Como sé que mi familia no me lee (ingratos con todo lo que yo hago por ellos), no sabéis el miedo que les da pasar por delante de muebles abandonados en la basura, me dicen ¡¡NOOO!! que es lo que le decíamos a mi perro cuando lo adiestramos, pero como yo tiro más a gato... pues eso que no les hago ni caso.
Este mueble ha ido a parar a casa de mi hermano, él si me entiende, aparte de que ha quedado aceptable, es muy práctico ya que con la forma que tiene ocupa muy poco espacio.
Y no me enrollo más y os explico un poco el proceso.
Aquí el mueble tal como lo encontramos.
Como podéis ver mi ayudante rápidamente se puso a la faena, pero os he de confesar que más avanzado el trabajo acabemos cada uno en una habitación por diferencia de opiniones, se empeñó en seguir saltando encima del mueble y no era compatible con el trabajo de pintura la verdad.
Lavamos bien, lijamos y volvemos a lavar, más que nada para retirar el polvillo de la lija.
Le damos una mano de marrón chocolate, el mismo que se ve en la foto.
Una vez seco pasamos una vela para el decapado posterior.
Una cosa quizas sera una tonteria pero cuando no tenía ni idea, o menos de la que tengo ahora jaja, tenia una velas decoradas que compre en un bazar, pues bien yo le daba y le daba con aquellas velas ya que no tenía otras a mano y no había manera, consultaba en un foro a las personas más expertas y no entendían como no podía conseguir el decapado.
Consejo : usar velas normales de las de toda la vida.
Aplicamos pintura blanca con la brocha poco cargada, quería usar blanco roto o viejo pero como no tenía , le añadi un poco de pintura marrón que me hizo el apaño.
Una vez seco lijamos, para conseguir ese efecto desgastado.
Retiramos el polvillo y procedemos a barnizar, sinceramente este barniz no me ha gustado mucho tira más a brillante que a satinado pero bueno ya lo sé para la próxima
Ya solo queda ponerle una tela chula, para fijarla se usa una grapadora a falta de ella sirven igual las chinchetas de tapizar .
Y eso es todo por hoy.
¡¡¡Mil besos y gracias !!!