Quien me conoce bien, sabe que antes de comprar algún mueble nuevo, resbusco en el trastero de mis padres para ver si encuentro algo interesante y darle una segunda oportunidad y eso fue lo que hice con el cabecero y la estantería de la habitación de mi pequeña.
Encontré un cabecero de madera en color cerezo de cuando yo era niña. Lo lijé y le di un par de capas con la pintura Verde Primavera de Bruguer (tengo la suerte de que mi hermano es el propietario de una tienda de pinturas así que si no quedaba contenta con el color no habría ningún problema jejeje). ¡Éste fue el resultado!
Hice lo mismo con la estantería, al igual que el cabecero, la lijé y le di un par de capas de un rosa clarito también de Bruguer.
A mí, la verdad, es que me apasionan. Me encanta el aspecto que tienen y lo sencillo que ha sido cambiarles el look...
Bueno, espero que os haya gustado este post y sobre todo os sirva para que a la hora de comprar algún mueblecito miréis a vuestro alrededor que seguro que hay algo que podéis reciclar.
¡Nos leemos la semana que viene! Un beso.