Siempre digo que los muebles blancos sólo me gustan verlos a los demás, pero últimamente parece que todo lo que hago es de este color, esto es debido porque atiendo las peticiones del oyente o receptor del mueble y claro, todas lo quieren en blanco.
Este mueble lo compró mi hijo en un mercadillo de garaje, Estaba con muchas manos de pintura , multitud de pequeños agujeros y lleno de manchas de pintura azul.
Después de darle un buen lavado, empecé a lijarlo para quitarle las pinturas y las imperfecciones de la madera, tapé todos los agujeros y le di la imprimación, tres capas.
Utilicé para pintarlo acrílica blanca a la que añadí un chorrito de pintura de color crema.
En la puerta le puse una moldura y dentro de ella lo decoré con una fotocopia de una rosa, la misma que llevaba un cabecero que había tuneado ya que iban a ir en la misma habitación.
Los cajones los pinté de gris y los craquelé en blanco
Empapelé el mueble con un papel adhesivo en tonos marrones y grises que le iba muy bien, cambié los tiradores y dentro le puse una pequeña balda para poder colocar más cosas
para terminar le puse cera gris a todo el mueble, dejé secar dos días y lo pulí con lana de acero.
Así quedó terminado