Nuestra casa se convierte en un lugar agradable y cómodo gracias a los pequeños detalles que cuidamos en cada rincón y que hacen de nuestro hogar un lugar cada vez más carismático. Al igual que mimamos la conjunción de colores, el equilibrio y la originalidad del salón y la habitación, podemos hacer del baño un sitio de diseño propio que destaque por la novedad y la expresión de sus paredes.
Si tienes uno decorado a la antigua y sólo la mitad de la pared recubierta, te proponemos una forma de revestirlo y llenarlo de vivacidad y colorido, con un toque personalizado. Para ello sólo necesitarás combinar colores en tu mente y mezclarlos de la forma que más te guste.
Darle vida
Siendo éste un lugar peculiar de la casa, para muchos el más relajante, podemos acudir a las cenefas para otorgar una pincelada de distinción a este punto. Existe un amplio catálogo de opciones: desde las clásicas ilustraciones de cerámica, robustas y elegantes, pasando por la complicada elaboración de elementos de madera, hasta las franjas de papel vinílico autoadhesivo, con registros o mosaicos, que resultan baratas y fáciles de limpiar.
Éstas tienen una gran acogida por ser sencillas de conseguir y colocar sobre los azulejos del baño; sin embargo, te proponemos una idea mucho más original, ya que podrás combinar los colores y las formas a tu gusto.
Cómo crearlas
El procedimiento consiste en ir pegando pequeñas piezas de distintos materiales a tu gusto, con los tonos y el diseño que prefieras. Puedes optar por dos posibilidades:
* La más clásica, aunque no por ello menos original, consiste en ir pegando fragmentos de teselas de gresite (esa especie de microazulejos muy utilizados en las piscinas), modificando los matices y creando tú mismo un dibujo o una forma sugerente y aleatoria.
* La otra opción, la más descarada e innovadora, es la que hará despertar tu lado creativo e intrépido; la idea es ir colocando partes de vidrios de gamas distintas, baldosas rotas o piedras de modos y medidas diferentes y crear un nuevo diseño, personal y único.
El toque final
Para hacer de las paredes de tu baño una exposición pintoresca y divertida, sólo necesitas cemento-cola y los pequeños pedacitos que quieras utilizar a modo de cenefa para hacer el mosaico. Es conveniente que organices el diseño sobre el suelo para tener una idea de qué forma quieres que tenga y cuál será la combinación de los colores. Después llévalo sobre la pared aplicando cemento-cola en el punto donde se junta el zócalo del azulejo con la pared superior.
Cuando el adhesivo esté totalmente seco, aplica una última capa en color blanco o gris, y déjalo secar al tiempo que limpias las piezas cuidadosamente con una esponja húmeda y un trapo. Una vez esté seco, observarás la creación de todo 'un Picasso' y tu cuarto de baño quedará convertido en una exposición de colorido y vivacidad.