Los cambios en la decoración de nuestras casas u oficinas pueden provocar la necesidad de un segundo interruptor conmutado, que nos haga más fácil y más cómodo encender la luz. Si queremos renovar nuestra instalación eléctrica para adaptarla a nuestras necesidades debemos realizar una pequeña obra de albañilería. No resulta demasiado complicado, sólo tendrás que trabajar con ciertas precauciones y con las herramientas adecuadas.
Para la ejecución de la obra necesitaremos una maza, un cortafríos, un tubo para cables, yeso negro y pintura. Asimismo, para colocar el mecanismo necesitamos dos conmutadores, un cable marrón, dos rojos, clemas y un destornillador aislado. Con estos materiales y nuestra habilidad, ya estamos preparados para realizar con éxito la nueva instalación.
Ejecutar la pequeña obra
El primer paso es hacer la roza o regata. Para ello empezaremos por sacar el interruptor con el que vamos a conmutar el otro mecanismo. Después trazaremos una línea por la que empezar a romper la pared. No es necesario que hagas una gran abertura, bastará con que sea lo suficientemente ancha para poder introducir el tubo de los cables. A realizar esta tarea nos ayudará la maza y el cortafríos. Una alternativa es usar una canaleta a la vista. Aunque pueda parecer más sencillo de hacer, los resultados que obtendremos no son comparables.
Una vez hecho el hueco, ya puedes introducir, a través de la roza, el tubo por el que vas a guiar los cables de conexión. Es conveniente que selles con un poco de yeso negro el tubo y el mecanismo. Una buena opción antes de poner el tubo es meter a través de él los cables que vas a necesitar para que así sea más sencillo guiarlos.
Cuando llegamos con ellos desde el interruptor inicial al nuevo, sólo nos queda tapar la pared, para lo que aplicaremos un enlucido de pasta más fina o de yeso blanco como acabado, así quedará listo para pintar en el mismo color en el que tengas la pared y nadie se dará cuenta de la pequeña reforma que has realizado.
Colocar el mecanismo
Una vez terminada la obra pasaremos a hacer la instalación eléctrica propiamente dicha. Antes de nada debes desconectar la tensión del cuadro general, de esta forma evitarás cualquier tipo de accidente.
Lo primero que vamos a necesitar son los dos conmutadores. Éstos son interruptores con tres conexiones, de las cuales una enlaza con el cable negro o marrón y las otras dos con el otro conmutador. Deberás enganchar al primer interruptor, en el lado que lleva una sola conexión, el cable negro de la fase.
En el registro del que parta el antiguo interruptor sustituye uno de los cables, el negro o el marrón, por otro más largo del mismo color y haz que llegue hasta el nuevo conmutador. Además de ese cable, pon otros dos de distinto color.
Conecta los dos rojos a los lados, con dos conexiones de los conmutadores, y los cables negros al lado, en el que tiene uno solo. Ahora, sólo falta volver a colocar las tapas de los mecanismos y ajustarlas correctamente. Como has podido comprobar esta es una tarea sencilla y sin riesgos, siempre que respetes nuestro consejo de desconectar la tensión.
Quizás este sea un buen momento para decidirte a cambiar los interruptores de tu casa, y darle de este modo un toque más original y personalizado.