Las bandejas de madera es una excelente opción si quieres adornar tu casa tipo campestre. No piensas !Qué satisfactorio es aprovechar los cortes de madera en montajes útiles! Sólo hay que pensar un poco, decidir qué haremos y ponerse manos a la obra. Nos iremos acostumbrando a fabricar toda clase de elementos necesarios, dando salida a las maderas sobrantes que se acumulan en el taller. Esto a lo largo del año se traduce en un gran ahorro.
Una gran ventaja de la madera es que podemos trocearla y obtener ilimitadas formas, sólidas y duraderas, mediante el encolado. !Pon en marcha la imaginación! Aquí tenemos un candidato perfecto para el reciclaje, el listón que sobró de una mesa para las macetas de la terraza. ?Qué podemos hacer con él? Pues una bandeja, por ejemplo.
El listón de madera de pino mide 2,70 metros de largo, y tiene 5 cm de anchura. Hacemos un sencillo cálculo, para aprovechar al máximo el listón en los cortes, de manera que el trozo final si lo hay sea lo más pequeño posible. Comenzamos la tarea marcando a lápiz las divisiones.
Dado que el listón venía cortado de fábrica, ambos lados son rectos y paralelos. Podremos entonces obtener fácilmente las marcas a 90º mediante la escuadra, una de las herramientas imprescindibles en carpintería.
¿No tenemos banco de trabajo? Eso no es problema para un bricolega solvente, utilizamos esta mesa de terraza con armazón metálico, una vez retirado el cristal. Apoyamos el pie en el travesaño inferior, y la mesa no se moverá con el vaivén del serrucho.
Aquí vemos los seis trozos resultantes. Al afirmarlos con las mordazas para hacer los cortes con la sierra, pusimos mártires evitando dañar la madera. Les damos unas rápidas pasadas con la lija de taco, y ya los tenemos preparados para el montaje
Hemos escogido un tinte al agua, que permitirá apreciar las vetas, los nudos y todos los rasgos que hacen tan entrañable la madera. Además el tinte dejará el poro abierto, de forma que luego podremos encolar perfectamente los listones.
Hemos escogido un tinte al agua, que permitirá apreciar las vetas, los nudos y todos los rasgos que hacen tan entrañable la madera. Además el tinte dejará el poro abierto, de forma que luego podremos encolar perfectamente los listones.
Una vez secos los listones, los encolamos en dos bloques de tres tiras. Hemos escogido una cola resistente a la humedad, así nuestra bandeja no se debilitará por vertido accidental de líquidos, o cuando la limpiemos con agua.
Para terminar, hacemos las asas trenzando una práctica cuerda, y las pasamos por sendos taladros del grosor adecuado. Por debajo encolamos dos listones pequeños: servirán de apoyo, y a la vez impedirán que la madera se combe con el tiempo. Y ya tenemos nuestra bonita y sencilla bandeja rústica, ¡a esto se le llama cocinar de sobras!