Elaborar una casa para perros se lee complicado, pero en verdad no lo es. Si es nuestro perro el que se emancipa, no hay excusa para no darle un espacio a su medida. Si poseemos jardín, con un escaso presupuesto y un poco de tiempo libre, podremos construir una perrera con un elevadísimo valor estético.
Si hemos adquirido la responsabilidad de tener un perro como animal de compañía, debemos ser capaces de darle lo mejor. A medida que nuestro cachorro va creciendo, empieza a convertirse en un problema si lo mantenemos dentro de casa. La mejor opción es dotarle de su propio territorio donde esté protegido y, en el que podamos dejarlo plácidamente para que no incomode a visitas y familiares.
La mayoría de casetas prefabricadas de madera o fibra para cánidos, no son la mejor opción si en el lugar donde vivimos se alcanzan temperaturas de 0 ºC en invierno o superiores a los 35 ºCen verano, y mucho menos si poseemos un animal de pelo corto. Vamos a exponer la mejor opción para que a nuestro perro no le pasen factura las inclemencias meteorológicas.
El lugar más adecuado
- Cerca de la entrada de la casa es el mejor lugar para construir el recinto. De este modo el animal tendrá bien vigilado el acceso a la calle para avisar de la posible llegada de intrusos.
- Es recomendable que la puerta esté orientada hacia el sur, así evitaremos que en los días más crudos del invierno el viento frío del norte penetre en el interior.
- Es imprescindible la existencia de una toma de agua cercana para limpiar fácilmente con una manguera el espacio.
- Una buena medida es colocar el orificio de entrada en un lateral de la parte frontal de la caseta. De esta manera evitaremos que el viento o la lluvia impacten directamente con el animal.
- Un árbol en el recinto proyectará una buena sombra que protegerá a nuestro perro del sofocante sol del verano y de las heladas del invierno.
Materiales
- Hormigón (grava, arena, cemento y agua).
- Cemento gris.
- Cemento blanco.
- Ladrillos macizos 24 x 11 x 7 cm.
- Malla metálica.
- Postes, valla y puerta metálica, además de alambre.
- Tela asfáltica, pintura plática, piedra de musgo, pizarra?
- Poliespán y madera.
Preparamos el terreno
Lo primero, antes de comenzar la construcción, es tener bien claro el lugar en el que irá colocada la caseta y la extensión del recinto completo. Una vez decidido esto, iniciamos la obra:
- Para realizar los cimientos de la caseta cavamos una zanja de unos 50 cm. de ancho por 50 cm. de profundidad. Lo más natural es realizar una caseta rectangular, pero se puede innovar en diseño. En cuanto a las proporciones, dependerán del tamaño del perro, siendo recomendable una buena amplitud, pero que el perro pueda templar con su calor corporal.
- Con un azadón alisamos el terreno lo máximo posible, y en los límites del terreno que queremos utilizar, colocamos listones de madera apoyados de canto, de tal manera, que alcancen una longitud de unos 30 cm. de altura. Para sujetarlos clavaremos puntas en la tierra, así evitaremos que se vengan abajo.
- Una vez bien cercado el terreno, colocamos una malla metálica en el suelo- incluida la zanja rectangular- y cubrimos todo con hormigón (es imprescindible antes de cubrir, señalar con cuatro puntas unidas por una cuerda el lugar exacto en el que se encuentra la cimentación, así sabremos dónde comenzaremos a construir).
Hay que acotar el recinto
Para terminar con el recinto, sólo queda colocar la valla. La mayoría de profesionales consultados aconsejan que la distancia entre los postes no supere los 3 m., de este modo quedará bien tenso. En cuanto a la altura, será suficiente con 2 m. para que cualquier raza no pueda escaparse y causar algún accidente.
La instalación resultará fácil, únicamente tendremos que enterrar parte de los postes en agujeros y rellenarlos con hormigón. La colocación de la valla se realizará mediante la utilización de alambres ubicados en los correspondientes sistemas de sujeción de los postes. Para acceder al recinto, instalaremos una puerta metálica en el lugar que nos resulte más cómodo, y la engancharemos a dos postes- uno a cada lado- y éstos a la alambrada.
Construcción paso a paso
- Comenzamos por adherir una fila de ladrillos con cemento en el lugar que señalamos anteriormente, que es donde se encuentra la cimentación.
- Levantamos cuatro muros de ladrillo hasta la altura que creamos oportuna- depende del tamaño del perro-. Es importante no olvidarse de dejar un hueco que sirva de entrada y de salida para el animal, y que tenga la amplitud suficiente.
Si nuestra mascota es altamente vulnerable a los factores meteorológicos debido a su escaso pelaje, condición física o elevada edad, la solución pasa por levantar otro muro interior, dejando unos 15 cm. de cámara de aire entre uno y otro. Además, es conveniente rellenarlo con algún tipo de aislante, como la madera o el poliespán.
- Para construir el techo utilizaremos los denominados ladrillos de rasillón. Colocaremos tantos como sean necesarios para conformar el techo de la caseta, y los fijaremos a la parte superior de los muros.
- Continuamos colocando más ramillones en la parte superior del refugio, pero esta vez, los colocaremos de pie, en diagonal y formando un ángulo de unos 30 ó 35 grados. De este modo, conformaremos un tejado a dos aguas muy funcional.
- El siguiente paso consiste en enfoscar con cemento toda la superficie. Para realizarlo es aconsejable utilizar una llana y el fratás. El resultado será una superficie uniforme donde los distintos elementos que componían el refugio van a conformar uno único.
Algunas de las posibilidades para impermeabilizar la cubierta son la tela asfáltica, la pintura plástica o los falsos tejados, más comunes en casetas de madera.
Pero si quieres darle un toque rústico al hogar de tu mascota, puedes revestirla con cemento y piedra de pizarra o de musgo, o recubrir la parte superior con tejas y pintar las paredes. En definitiva, un mundo de posibilidades y diseño que se ajusta a todo tipo de gustos y tendencias.