Principios básicos
La pintura con pistola consiste en pulverizar una capa regular de pintura sobre superficies u objetos con formas complejas o irregulares (radiadores, persianas, rejas, muebles de jardín, carretillas, etc.). Esta pulverización se efectúa, bien mediante un sistema de bomba aspirante-expulsante de alta presión, o bien por proyección por medio de aire comprimido: cuanto mayor sea la presión mayor será el número de gotas que componen la nube de pintura; así, el resultado final será mejor.
La pistola eléctrica
Es un aparato autónomo, manejable y ligero. Su presión varía en función de la potencia del aparato:
* Potencia: 40 ó 120 vatios.
* Presión: 100 ó 180 bar.
* Caudal: 270 ó 350 gramos/min.
* Utilización: fachadas, paredes, suelos de garajes, techos, etc.
Las pistolas más perfeccionadas vienen provistas de diferentes boquillas pulverizadoras que se utilizan en función de la densidad de la pintura, y están equipadas con un sistema electrónico de regulación del chorro.
Se les pueden adaptar diferentes accesorios como, por ejemplo, un alargador flexible para suelo o techo, un medidor de densidad, un viscosímetro de inmersión, etc.
La pistola de aire comprimido
Es una pistola de pintura que se adapta a un compresor de aire. El aire comprimido llega del compresor a la pistola a través de una manguera. Este sistema no requiere de una fuerte presión (de 0 a 10 bar.).
* Utilización: grandes superficies y trabajos que requieran un acabado de gran calidad como, por ejemplo, carrocerías de coches.
HERRAMIENTAS NECESARIAS
• Pistola eléctrica o pistola de aire comprimido con compresor
• Boquillas pulverizadoras, dependiendo del tipo de pintura (indicado por el fabricante)
• Viscosímetro o densímetro de precisión
• Pintura