Material procedente del alcornoque, un árbol muy habitual en toda la cuenca mediterránea, el corcho se está convirtiendo en una alternativa cómoda, decorativa y funcional a la hora de revestir tanto suelos como paredes. Natural, ligero, impermeable y resistente, este material se utiliza mucho como aislante térmico y acústico, de ahí que sea muy frecuente verlo en entornos profesionales (como salas de ensayo, por ejemplo). Sin embargo, su valor ornamental también está en alza, por eso es cada vez más habitual dentro de nuestros hogares. Si te has decidido a instalarlo en las paredes de tu vivienda, en este reportaje te guiamos para facilitarte el proceso y garantizarte un resultado óptimo.
Herramientas necesarias
* Flexómetro o metro flexible,
* cúter,
* cordel para marcar,
* pincel,
* rodillo,
* maza de goma,
* lijadora,
* taladro/destornillador,
* agitador,
* espátula dentada.
La superficie y su preparación
Las paredes, al igual que en los suelos, deben estar secas, lisas y bien limpias. Sobre superficies enlucidas debemos esperar por lo menos dos meses a que se sequen. En superficies porosas, aplicaremos un tratamiento y taparemos los agujeros o grietas. El papel pintado también lo arrancaremos y las paredes pintadas las lijaremos tengan o no desconchones.
Las baldosas de corcho para suelos son distintas de las de paredes. Éstas las debemos dejar por lo menos 48 horas en la habitación donde las vamos a colocar.
Colocar las baldosas
Lo más bonito es instalar las baldosas enteras en el centro de la pared y las recortadas contra las paredes laterales. Para ello debemos seguir el siguiente proceso: dividiremos la pared en cuatro partes iguales trazando una línea horizontal y otra vertical que se crucen en el medio.
Aplicaremos la cola en la pared y en las baldosas; esperaremos 15 minutos a que no nos peguemos al tacto. La primera baldosa a colocar será la del centro en contacto con los dos ejes (vertical y horizontal), la segunda la colocaremos paralela a la primera sobre el eje horizontal, la tercera encima de la segunda, la cuarta encima de la primera y así sucesivamente.
Cuando hayamos colocado las baldosas de la parte superior, empezaremos por la parte inferior procediendo de la misma manera. Una vez estén todas ubicadas, deslizaremos un rodillo de cocina o una botella desde el centro hacia los extremos para eliminar posibles burbujas de aire. Para instalar las baldosas en los extremos tomaremos la medida y las cortaremos con el cúter y una regla metálica.
Corcho en rollos para paredes
Los rollos suelen tener un metro de anchura y entre 2 y 4 mm. de espesor. Su fijación a la pared es la misma que con el papel pintado. Cortaremos las tiras a la longitud necesaria y las pegaremos. Para fijar las tiras, utilizaremos una cola de vinilo especial para revestimientos pesados que aplicaremos con una espátula de grandes dientes. La ventaja de este adhesivo respecto a la cola de contacto es que permite realizar correcciones con la tira ya colocada.
El método es muy sencillo. Colocaremos la tira previamente cortada a la medida contra la pared y la apretaremos con la brocha de empapelar. Los restos de cola que nos salgan por los laterales los quitaremos inmediatamente con un trapo húmedo.
El corcho tiene la particularidad de ser un excelente aislante acústico tanto para paredes y suelos como para el techo. Es por ello que existen unos paneles de corcho no decorativos que se colocan como material aislante.