¡Qué buenos ratos pasamos en la cocina! Con mayor o menor grado de maestría, todos tenemos nuestros platos favoritos y gozamos elaborándolos, en especial cuando hay reunión en casa. Un plan agradable para el fin de semana se traduce a menudo por una divertida sesión culinaria, con amigos y familiares dispuestos a formar un animoso equipo de pinches.
Por esas entrañables vivencias, los proyectos de bricolaje en la cocina tienen un atractivo especial. Y, dado que es la zona ‘industrial’ de la casa, donde manejamos productos corrosivos, instrumentos cortantes y recipientes con altas temperaturas, los trabajos deben ofrecer la máxima resistencia. Este álbum de los foreros cumple con todos los requisitos.
Al hacer una ampliación en la casa de Gradusa, hubo que cegar una ventana de la cocina. La pared lleva revestimiento de mármol, y parecía complicado cubrir el hueco sin que se notara. Finalmente, nuestra lectora decidió integrarlo como alacena, forrándolo en madera. “Espero que os guste la idea y pueda servir de inspiración”.
Angelakira había recuperado una mesa de la abuela que le encantaba, pero estaba hecha polvo. Y preguntó en el foro si merecía la pena restaurarla, o mejor tirarla directamente. Las foreras pusieron amigablemente el grito en el cielo, animándola para que la restaurase. Angelakira se dejó persuadir, puso manos a la obra de muy buena gana, y el resultado nos deja suspirando de envidia. Es una de las mesas tocineras más bonitas que hemos visto.
Los azulejos de la cocina de Gatagris estaban muy deteriorados en el frontal de la zona de los quemadores. Y, aunque nuestra lectora lo ha hecho varias veces con magníficos resultados, en este caso pintarlos no le parecía buena opción, porque con la barra de sartenes y utensilios colgados se rallaría la pintura. De modo que nuestra lectora decidió cambiar el alicatado, y lo hizo tan bien como un profesional.
Ladrillo visto, madera y alambre de gallinero se combinan en la alacena de Salaman formando un elemento de enorme encanto, en el estilo de las maravillosas cocinas de siempre.
Este magnífico botellero ha sido fabricado por Troita y su ‘costillo’ con tablas de palets. El diseño aprovecha bien todo el espacio que se le destina, y la estructura parece lo bastante sólida como para prestar fieles servicios durante largo tiempo.
Empotrao abordó en su casa de verano un trabajo completísimo y de calidad superior, fabricando y montando uno por uno los muebles de esta grata y luminosa cocina. Aquí vemos la parte de abajo ya terminada. Seguidamente, el artista añadió tres armaritos sobre la encimera.
El elegante escurreplatos de Chapucero. Tras cambiar de sitio el fregadero, quedaba encima un hueco muy apropiado. Las medidas de los muebles que encontraba no coincidían, así que decidió fabricarlo él mismo. Empleó trozos de aglomerado casi del mismo color, y añadió unos estantes para colocar tarros o botellas. “El frontal decidí hacerlo un poco vistoso”, nos cuenta. Por ello recortó un adorno en madera de pino con la sierra de calar, y después lo barnizó procurando armonizar los colores.
La cocina de Mollinata tenía ya con unos cuantos años. “Los muebles son de formica, y, aunque no son el último grito en decoración, están nuevos y daba pena tirarlos”. Cuando fue con su marido a pedir presupuesto para una encimera de silestone, se quedaron espantados. Así que decidieron hacer ellos una completa reforma, es decir, alicatar la encimera, subir la barra de desayunos, instalar un mueble debajo de la barra de desayunos, sustituir el fregadero y el grifo, cambiar los pomos, quitar la secadora e instalar un lavavajillas. ¡El resultado merece una calurosa ovación!
Y termina el ‘bricorrecetario’ con los utensilios tallados en olivo silvestre por el ‘costillo’ de Eva44. El artista hizo un menaje digno de una feria de artesanía, y, por si fuera poco, además los maneja de miedo, según declara nuestra lectora.
Agradecimientos: imagen de portada facilisimo/Cristinam