Arreglar una puerta que no funciona bien en realidad sólo requiere destrezas básicas. Si no tienes que sacar la puerta de su marco, el proyecto te tomará de 15 a 20 minutos, según Homestore, Inc. Si tienes que sacarla, añade unos 30 minutos más.
Entre las herramientas que necesitarás están:
- Un destornillador
- Martillo
- Bloque de madera
- Nivel
- Aceite para lubricar
- Escoba pequeña o aspiradora
- Una palanca o barrote para levantar objetos pesados
Plan de mantenimiento
1. Limpia y ponle aceite al carril.
La mayoría de los problemas con las puertas corredizas se pueden evitar manteniendo el carril libre de polvo y suciedad. Después de barrer el canal del carril, añade unas gotitas de aceite para que se deslice con más suavidad. Según Ralph Davis de Home and Garden Television (HGTV), es buena idea pasarle la aspiradora al canal de vez en cuando para mantenerlo limpio. Davis también aconseja poner un poco de polvo de grafito sobre la parte elevada del carril por donde la puerta se desliza.
2. Endereza el carril.
El tráfico constante desde el interior de la casa hacia el patio a menudo resulta en golpes al carril de aluminio que hace que éste se doble y que el movimiento de la puerta se dificulte. Pon un bloque de madera contra la parte doblada y dale golpecitos para enderezar el carril.
3. Ajusta las ruedecillas.
Si la puerta no se desliza suavemente sobre sus ruedecillas, posiblemente no está alineada correctamente. Corrige esta situación ajustando las ruedecillas que se encuentran al pie de la puerta. Puedes subirlas o bajarlas tan sólo con ajustar un tornillo que se encuentra a lo largo del borde inferior de la puerta. En algunas puertas los tornillos se encuentran en el interior del borde.
4. Reemplaza las ruedecillas.
Esto es más fácil de lo que te imaginas. Si la puerta está atascada por completo, es mejor quitarla totalmente y examinar las ruedas. Cámbialas si están desgastadas o rotas. Con la ayuda de otra persona, alza la puerta directamente hacia arriba y sácala de su carril lentamente. Afloja y remueve los tornillos que sujetan las ruedecillas en su lugar y procede a quitarlas. Aprieta entonces los tornillos lo suficiente para que penetren lo más posible.
Ralph Davis, de Home and Garden Television, HGTV, dice que, a veces, una puerta corredera se atasca sencillamente porque los tornillos que sujetan el carril en su lugar se aflojan y al subirse la puerta tropieza contra ellos. Si no te resulta posible ajustarlos de nuevo por completo, reemplázalos con tornillos para madera más largos, pero del mismo diámetro. Éstos pueden penetrar una parte nueva de la madera debajo de la puerta y darle así mejor soporte.