Muchas veces nos quejamos de que no tenemos espacio suficiente para guardar nuestras cosas y de que se nos han quedado pequeños los armarios, no es que encojan de la noche a la mañana sino que a veces acumulamos en ellos objetos que realmente no necesitamos o no los colocamos de forma correcta.
He de reconocer que soy una persona ordenada pero no por ello me libro de que a veces mis armarios se descontrolen y se transformen en huecos con cosas dentro amontonadas, por ello de vez en cuando me gusta poner en práctica lo que yo llamo Plan de Optimización del Espacio y que, básicamente, consiste en vaciar armarios, reclasificar lo que sirve y lo que no y reorganizarlo todo. Por supuesto se necesita tiempo y ganas pero os puedo asegurar que el esfuerzo merece la pena.
Vaciar armarios
Y cuando digo “vaciar” lo digo literalmente, si realmente quieres organizar el armario hay que dejarlo totalmente vacío ya que a veces guardamos cosas que quedan en un rincón y con el tiempo olvidamos que están ahí, por ello es importante también revisar el interior de las cajas que hayamos guardado dentro. Además con el armario totalmente vacío podremos ser conscientes del tamaño real y valorar si la distribución interior es la correcta, parece increíble pero el simple hecho de cambiar unos estantes de sitio puede suponer una gran mejora.
Clasificación
La primera clasificación será tan sencilla como lo que va dentro de este armario y lo que no va dentro de este armario. A todos nos pasa, como hay cosas que no caben en su armario las acabamos poniendo en otros y al final terminan en el olvido porque al no estar donde deberían estar, no recordamos que existen. También es fácil que sepamos donde están porque las utilizamos con frecuencia pero no están a mano de donde deberían estar, por lo que acabamos cogiéndoles un odio infinito. Otro caso que suele darse cuando guardamos algo donde no toca porque no cabe es que luego nos volvamos locos buscándolo porque hemos olvidado dónde lo guardamos.
Por todo ello, es muy importante que la nueva clasificación siga una lógica: todo lo relacionado con la cocina debería estar en la cocina, las herramientas todas juntas, la ropa en su habitación correspondiente, plancha y tabla de planchar donde tengamos costumbre de hacerlo…
También hay que tener en cuenta la subclasificación, nos vendrán bien cajas y departamentos para tenerlo todo lo mejor organizado posible. Otro consejo es que pongas etiquetas a las cajas con su contenido, sobretodo si son cosas que no utilizas demasiado ya que ahora te acuerdas de lo que hay dentro pero dentro de unos meses tal vez no.
Eliminar
Lo normal es que no quepa todo lo que queremos meter dentro de ese armario o contenedor (librería, cajones, etc., así que no nos quedará más remedio que deshacernos de las cosas que no utilicemos. No te engañes, si has olvidado que existía o si hace años que no lo utilizas ¡no lo vas a hacer ahora! No lo sigas guardando, puedes regalarlo, venderlo, llevarlo al ecoparque…
A veces les cogemos cariño a determinados objetos sin saber por qué y nos cuesta desprendernos de ellos, pero es un pequeño sacrificio que debemos hacer si queremos mirar hacia delante y generar nuevos espacios útiles y optimizados. Mentalízate ¡ya! Mi consejo es que utilices el trastero únicamente para guardar aquellas cosas que no lo utilizas demasiado pero piensas que puedes necesitar en un futuro, sin olvidar hacer una optimización del espacio cada cierto tiempo para que no se convierta en un vertedero incontrolado.
Reorganizar
¡Sorpresa! Lo que antes apelotonado no cabía ahora sí que cabe y además sobra espacio. La verdad es que esta situación no sucede tan frecuentemente como nos gustaría, a veces es necesario reorganizar la distribución interior añadiendo nuevos estantes, cajoneras, etc.
Pero si a pesar de todo sigues sin tener suficiente espacio, es cuando hay que poner en práctica el plan B que consiste en colocar un contenedor auxiliar o aprovechar hasta el último rincón de la estancia para hacer un mueble a medida. Seguro que cuando escuchas “a medida” lo siguiente es relacionarlo con “caro” pero no tiene por qué ser así, con un poco de maña y unos tableros podemos hacer maravillas por mucho menos de lo que pensamos. Otra opción económica es comprar un mueble de kit y adaptarlo o tunearlo.
No descartes ningún hueco por pequeño o extraño que parezca, además de los habituales bajo la cama o entre dos pilares o un pilar y una pared, puedes ganar espacio de almacenaje extra encima de las puertas, debajo de las ventanas, en pasillos o pequeños rincones.
Por último no olvides la máxima del “divide y vencerás“, no pretendas organizar todos los armarios al mismo tiempo porque puede que acabes al borde del colapso, mejor de uno en uno dejando varios días entre ellos.
Espero que todos estos consejos que he ido poniendo en práctica a lo largo de los años os sirvan para que vosotros también podáis optimizar vuestro espacio.