La principal función de la silicona es sellar, para evitar cualquier tipo de filtración.
La silicona es un material imprescindible en nuestra caja de herramientas. Pero, ¿sabemos utilizarla correctamente? Su correcto uso nos supondrá el éxito seguro en nuestros trabajos de mantenimiento en carpintería y fontanería.
Los colores más comunes son el blanco y transparente y se puede aplicar en casi todas las superficies: juntas, cerámica, madera, cristal, loza, metal
Antes de aplicar la silicona, lo primero que debemos hacer es limpiar y secar muy bien la superficie que vamos a sellar, ya que si existe algo de suciedad, grasa o humedad, no nos agarrará bien.
Si la superficie no está lisa y se puede, es aconsejable lijarla para dejarla lo más uniforme posible.
Para aplicar la silicona, a la cánula que viene con el cartucho, deberemos darle un corte oblicuo, así saldrá correctamente. Si lo que vamos a sellar es una superficie estrecha, el corte será cerca de la punta para que el hilo de silicona también sea estrecho y no nos sobresalga. Por el contrario, si la superficie a sellar es ancha, el corte de la cánula lo haremos más abajo.
La silicona la aplicaremos una vez y de forma uniforme, para ello, apretaremos la pistola con la misma fuerza en todo momento, así nos saldrá la misma cantidad durante toda la aplicación.
Una vez aplicada, para dejarla lisa, usaremos agua jabonosa mojando el dedo y pasándolo por la junta, esta es más ancha, podremos utilizar una pequeña espátula.
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