Todos tenemos en casa muchos adornos con cristales. Desde un espejo hasta una puerta, pasando por alguna figurita en el salón. Lo cierto es que el cristal es un material bastante demandado. La desventaja que tiene el cristal es que se rompe 'con sólo mirarlo'. Es demasiado frágil y debemos tener cuidado porque una vez roto no se puede arreglar... ¿O sí? ¿Habéis probado a reparar cristales rotos alguna vez? Os voy a dar un truquito
Lo habitual y recomendable es que si podemos sustituir el cristal roto por otro nuevo, mejor, ya que cualquier cosa que utilicemos para pegar el cristal siempre va a dejar marca. Sin embargo, a veces no compensa económicamente cambiar el cristal o no encontramos la pieza nueva, por lo que no está de más saber cómo se pega.
El proceso es muy sencillo. Lo primero que debemos hacer es limpiar bien los trozos que tenemos que pegar, para que el pegamento agarre correctamente. Utilizaremos pegamento de cianoacrilato o pegamento epoxi, ya que son los pegamentos más eficaces. Con una capa fina de pegamento, bastará. Unimos los trozos de cristal y los sujetamos con papel adhesivo o celo para evitar que se muevan mientras están pegando. Por último, tan simple como dejar secar el cristal a la luz del sol para que el pegamento se endurezca.
Sencillo, ¿verdad? ¿Conocíais este tipo de pegamentos?
Imagen: olgaberriosflickr