Para colocar nuestra tarima flotante, vamos a necesitar: fibra aislante, una sierra de calar, adhesivo para madera, unos listones de madera y una maza o martillo. Antes de empezar, debemos medir el espacio que recubriremos con tarima y comprar unos metros más.
Lo primero que tenemos que hacer es extender la fibra aislante, debemos comprobar anteriormente que el suelo está nivelado, puesto que sino la tarea se complicará bastante. Una vez que tenemos la fibra por toda la superficie vamos colocando la tarima flotante. Tenemos que colocar unas cuñas en la parte inferior para dejar una superficie de dilatación con respecto a la pared, puesto que, posteriormente, podríamos tener problemas por la facilidad de dilatación de la madera con la humedad. Aplicamos el adhesivo bien por debajo de las tablas antes de colocarlas.
Debemos dejar secar, unos 20 o 30 minutos aproximadamente. Después, con ayuda de la sierra de calar, vamos cortando los sobrantes de tarima que queden en las esquinas y, por último, instalamos los rodapiés, utilizando el mismo adhesivo.
Volvemos a dejar secar y ¡ya tenemos listo nuestro suelo! Sencillo, ¿verdad? Existe otro tipo de tarima aún más sencilla de instalar, en forma de click, os dejo un vídeo donde encontraréis la parte práctica para realizar ésta tarea sin dificultad.
¿Pondríais tarima flotante en vuestra casa?