La aparición de una gotera en el techo o en el tejado de una casa es un problema que debemos solucionar cuanto antes, ya que cuando somos capaces de ver la humedad es porque se encuentra en la parte inferior del techo lo que significa que ya ha afectado al resto de las capas del techo. El diagnosticar tarde o detectar tardíamente una gotera puede derivar en agravantes significativas en la estructura de la estructura de la vivienda, viéndose seriamente implicado y comprometido el bienestar y estabilidad del techo.
Por tanto, el primer paso es detectar el lugar exacto del origen de la gotera. La mejor pista para empezar es tener en cuenta que está justo en el lado opuesto al sector visible desde dentro de la casa: la parte superior del tejado. El método más simple para encontrar la gotera es observar la parte inferior del techo en el momento en que llueva. Si esto no ocurre, podemos simular el efecto de la lluvia echando agua con una manguera. Si apuntamos al techo con una linterna percibiremos el brillo de las gotas de agua.
Una vez que detectada la gotera, debemos buscar la causa. Puede haber ocurrido a causa de una rotura de una teja, una grieta e incluso una fisura generada por el desgaste de dos piezas. Para repararla lo mejor es limpiar bien la zona y usar cemento, pasta o cintas en caso de goteras pequeñas. Cuando la gotera es grande, un buen truco para impedir que se expanda es colocar un trozo de cuerda desde la zona más afectada hasta el suelo. Así el agua tenderá a caer por allí, en lugar de extender el área afectada.
Se debe evaluar los daños originados por la gotera, si se diagnostica que son de suma gravedad y no podemos solucionarlos por nosotros mismo, es recomendable llamar a un especialista, un fontanero. Un arreglo provisional puede funcionar durante un tiempo, pero lo más probable es que el problema se agrave.
¿Tenéis algún truco frente a las humedades?
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