Que se necesita
Llave inglesa, martillo, sierra especial para metal, lima para metal y cinta de teflón.
Dificultad
1- Cierre la llave de paso y desmonte la grifería:
Desconecte los caños de las llaves del agua de la pared, afloje las tuercas que quedan por debajo de la pileta y quite la canilla.
Si están empotradas en la pared, como sucede en la mayoría de cocinas antiguas, se ahorrara este primer paso.
2- Luego, desarme el desagüe y el sifón:
Si el sifón es de plástico, afloje las roscas y acabe de desmontarlo dando pequeños golpes con un martillo.
Si es de goma, tendrá que quitarlo a presión. En instalaciones antiguas con sifón de plomo, tendrá que cerrarlo a la altura de la soldadura y limar los bordes.
3- A continuación, ubique la pileta sobre el hueco:
Una vez ubicada la pileta en su hueco, ya puede volver a instalar las canillas, siguiendo las indicaciones que se han explicado en páginas anteriores.
Fije las mismas por debajo de la pileta y empalme los caños a sus correspondientes llaves de agua.
4- Conecte de nuevo el sifón o cámbielo si está roto:
Si el sifón está en buenas condiciones, puede volver a instalarlo.
Pero si está agrietado o muy sucio, es mejor sustituirlo por otro nuevo.
Para montar un sifón de plástico solo deberá ajustar las roscas y arandelas de unión, asegurándose los empalmes con teflón.
Si es de goma, introdúzcalo a presión.
Un truco
Malos olores
Los residuos que llegan a través de la pileta, se instalan en el sifón y, además de provocar atascos, pueden desprender olores desagradables debidos a la putrefacción.
Si tiene este problema, vierta hipoclorito y déjelo actuar durante diez minutos, limpiando luego con agua fría.
Otros remedios para poner fin al mal olor consiste en echar bicarbonato o el jugo de un limón por el desagüe o, bien, depositar los restos del café en el desagüe y a continuación, hacer correr agua muy caliente para que no se formen grumos.
Un consejo
Como nuevo
Si quiere conservar la pileta de acero inoxidable como el primer día, existen varias recomendaciones que debe seguir en el momento de su limpieza. Utilice productos no abrasivos y enjuague con un paño impregnado en una mezcla de alcohol azul y agua.
El resultado mejorará si utiliza papel de diario para limpiarlo.
Y si desea darle brillo, utilice nuevamente un trapo mojado en alcohol de quemar.
Cuando se observe la presencia de manchas verdes, la solución más eficaz consiste en utilizar bicarbonato sódico para eliminarlas.
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