Su color en madera oscura hacía que parecieran mucho más grandes de lo que son. En nuestra pequeña cocina no se veía muy bien, además, no nos gustan los muebles tan serios y rústicos. ¡Que vivan los colores y los cambios!
Brocha, pintura e imaginación es todo lo que se necesita para cambiar un mueble de look. Como ya os expliqué cuando restauré la guitarra o cuando pintamos las cajas de frutas, siempre utilizo pinturas Chalk Paint, le da un acabado que no deja ninguna otra pintura, si aún no lo has probado hazlo, te va a encantar.
¡Así quedaron!
En las imágenes no se ve del todo bien los colores, la luz no me dejaba enseñároslo mucho mejor. En las patas he usado el color verde delicado y en el asiento y reposa pies el color ocre antiguo.
¿Te ha gustado? ¿Te gustaría hacerle un cambio a algún mueble de casa?
Un beso.