En la mayor parte de los casos podemos arreglar una brocha que la última vez guardamos sin limpiar. A pesar de esto, es preferible limpiarlas justo después de su uso, lo que nos evitará muchos quebraderos de cabeza.
Trucos básicos
Las brochas suelen llevar en el extremo del mango un pequeño orificio. Este sirve para que, en vez de guardarlas apoyadas sobre las cerdas, las colguemos. Si esto lo hacemos después de limpiarla con el producto idóneo, nuestra brocha estará como nueva la próxima vez que queramos pintar con ella.Un disolvente para cada producto
No es lo mismo haber pintado que haber encolado, por ejemplo. Cada una de estas tareas merece una limpieza de la brocha con un disolvente distinto, adecuado al producto que hemos usado.A veces, los productos de bricolaje que requieren una brocha incluyen en su etiqueta información sobre con qué debemos limpiarla. Pero si no es el caso, no te preocupes, aquí los diferenciamos: para las pinturas y colas blancas, es suficiente lavarlas con agua y jabón. Sin embargo, si has utilizado pigmentos y esmaltes sintéticos, necesitarás aguarrás para eliminar los restos.
Si la última vez guardaste la brocha sucia…
Todavía puedes salvarla. Aunque las cerdas se hayan quedado duras, en tres sencillos pasos puedes recuperar tu brocha para volver a utilizarla:Sumérgela en disolvente durante varias horas. Para eliminarlo, frótala sobre un papel.
Si el disolvente no ha solucionado el problema, prueba con el decapante. Sumérgela durante unos minutos, y frótala con un cepillo de raíces.
Cuando las cerdas se hayan ablandado, elimina los restos de pintura. Esto se hace sujetando la brocha con ambas manos, y girando hacia uno y otro lado.
Consejos de limpieza
Sea cual sea el producto que utilicemos, siempre debemos limpiar nuestras brochas con agua caliente y jabón neutro.Los pelos de la brocha se mantendrán flexibles si la dejamos secar sin aclarar el jabón.
Cuando una brocha está seca, es fácil que las cerdas se abran hacia afuera. Puedes evitarlo enrollando un par de gomas a su alrededor.
Cuelga las brochas, para evitar que se aplasten las cerdas.
Si estás pintando y necesitas parar un rato, no es necesario que limpies las brochas y los rodillos. La pintura se mantendrá fresca si guardas la brocha dentro de una bolsa hermética.
Agradecimientos: A la forera CRISTINAM por su foto