Arañazos en el parqué, molestos y continuos ruidos, chirridos e incluso pequeños accidentes producidos por un bloqueo repentino, son las consecuencias de una puerta que no está bien colocada.
Resolver el problema es bien sencillo y hay dos rápidas posibilidades para arreglarlo: levantar el eje sobre el que gira o recortar la puerta unos milímetros por debajo.
Elevar la puerta
Lo más fácil es colocar unas arandelas en las bisagras que se adapten a los vástagos y eleven la puerta ligeramente. Esto hay que hacerlo siempre y cuando haya espacio suficiente en el margen superior y la puerta no se encuentre obstaculizada por el marco de arriba.El mercado también ofrece otras posibilidades como, por ejemplo, la adquisición de unas bisagras en rampa que levantan la puerta unos milímetros.
Recortar la base
En ocasiones sólo es necesario reducir unos milímetros el borde inferior de la puerta para conseguir que encaje perfectamente sobre los pernios.Bastará con cepillarla suavemente, de afuera para dentro, con el fin de no arrastrar astillas en dicha operación. En caso de que haya que rebajar más de dos o tres milímetros, es recomendable hacerlo con una sierra. Es importante que el corte sea limpio y que no salte la laca o la pintura que protege la puerta.
Si se usa el serrucho, los dientes cortarán hacia abajo, mientras que los de la sierra eléctrica, de punta circular, lo hacen hacia la parte de arriba. Pegando una cinta adhesiva en el borde o marcando el corte con una línea recta se puede evitar el rasgado de la madera por un lugar que no sea el adecuado. La madera maciza es la más fácil de manipular, tanto si se presenta con una superficie encerada o glaseada, ya que casi no se producen grietas o astillamientos.
Evitar arañazos
Al rebajar la puerta se debe evitar a toda costa producir arañazos o arrancar astillas practicando un corte en la chapa. Para ello se emplea un cúter que se guiará con una regla metálica (es preferible a la de madera). Posteriormente la regla se desplaza hacia arriba una distancia equivalente a la mitad del ancho de la sierra, y se corta sobre la línea realizada con el cúter. Por último, se alisa el borde, redondeándolo con papel de lija, y se iguala bien, eliminando los cantos y perfiles más afilados.Agradecimientos: Foto portada Klearchos Kapoutsis/Flickr