Como observáis en las fotos decoré el frontal de la barra con bloques de vidrio al igual que hice con la barra de la parrilla que comenté en la primera parte del post). Como la superficie de la barra estaba en mal estado tuve que lijarla y luego pintarla en blanco para que quedara lisa y perfecta.
Aprovechando que las sillas antigüas del bar estaban en buen estado sólo tuve que tapizarlas y barnizarlas para encajarlas en la nueva estética del local.
Ahora tocaba cambiar el fondo de la barra. El trabajo consistió en eliminar las estanterías viejas, tapar agujeros y alisar la pared para poder colocar un papel decorativo de pegar. Una vez pegado el papel a medida se fijaron soportes verticales para encajar unas estanterías de cristal que servirían para colocar botellas, vasos y demás complementos.
Ya sólo quedaban los últimos detalles, por ejemplo montar pequeñas lámparas colgantes a lo largo de la barra alternando los colores que priman en la decoración del local (blanco y rojo).
Así quedó la barra terminada una vez abierto el local...
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