Como ya sabemos, el agua es un bien que debemos proteger al máximo, porque, además de escaso, normalmente suele salirnos bastante caro cuando lo usamos en grandes cantidades. Esto ocurre en verano, cuando las piscinas y, sobre todo, el riego de las plantas de jardín, nos hace gastar más agua del que habitualmente gastamos. ¿Podemos hacer algo para ahorrar agua? ¿Existen algunos trucos para aprovechar al máximo este agua de riego?
Por suerte, sí, existen muchas maneras. El primer gran truco es crear pequeños microclimas a la hora de elegir las plantas que vamos a colocar en nuestro jardín. Parece una tontería, pero, además de nuestro gusto, debemos fijarnos en las necesidades de humedades, temperatura, luz, etc. Si elegimos especies adecuadas al clima en el que vivimos, las necesidades de riego de las plantas, serán mucho menores.
El siguiente paso es agrupar las plantas en función de sus necesidades de riego. Así, evitaremos mojar demasiado algunas plantas que no necesitan tanto riego. Otro aspecto importante, sobre todo en primavera y verano, es evitar el riego de las plantas en los horarios más calurosos, ya que en esos momentos, el agua se evapora con mayor rapidez y no llega siquiera a penetrar en las raíces de las plantas. Los horarios más convenientes para el riego son la primera hora de la mañana y por la noche.
Por último, lo más importante es colocar bien el sistema de riego, para que sea eficaz. Podemos usar cualquier sistema sofisticado de riego por goteo, o crear uno nosotros mismos, de la manera más sencilla. Basta con llenar de agua una botella de plástico y hacer una pequeña perforación en el tapón. Colocando la botella sobre el sustrato, mantendremos un sencillo riego por goteo casero.
¿Cómo aprovechas el agua de riego?
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