Esta vez se trataba de convertir esta bobina de cable en un reposapiés para un sofá que ya tenían.
¡Manos a la obra!. Lo primero fue lijar y limpiar.
En un principio su dueño me dijo que lo pintara y listo...Pues casi que no, muy soso y además la bobina me pedía a gritos que le diera más cuerpo, parecía un poco enclenque, fragil.
Así que le propuse ponerle unos listones encima, tendría más cuerpo y sería más rígido. Le gustó la idea, "lo que tú quieras, confío en ti" (que bonitas palabras...), me dijo.
Y dicho y hecho...
Tenía los listones y el material. ¡Adelante!
Los marqué donde habría de cortar, los corté y luego lijé.
Para unirlos a la bobina, utilicé cola de carpintero y los tirafondeé por la parte de debajo para que no se vieran las cabezas de los tirafondos. Así fue como quedó...
Finalmente no lo pintaría. Lo teñiría con una mezcla de tintes... a una base de nogal con agua al 50%, le añadí un poco de castaño y una pizca de wengué. Con esta mezcla quise matar el rojizo del nogal y el amarillo del castaño.
Todos mezclados en el mismo bote, una vez hecha la mezcla se lo di...Este fue el resultado.
Me costó, pero conseguí el tono que buscaba.
Ahora tocaba la parte facil y rematar la faena. Convertir ese tubo de PVC en algo más estético...¿Cómo? Muy sencillo, con cuerda colada alrededor. Utilicé cuerda blanca de algodón y cola caliente para ello.
Unas manitas de barniz y... ¡Tachaaaan!
Otro trabajo acabado y listo para entregar. ¡Precioso!. Si a ti también te lo parece compártelo.