¡La madera tiene propiedades terapéuticas! Si el día os sale torcido, si os preocupa algún problema, si os invade el desánimo, os recomiendo un sencillo remedio: coger un pequeño trozo de madera y tallarlo.
No hace falta ninguna proeza artística, basta dar forma a la madera para hacer un objeto común, trabajando sucesivamente con cuchillas y lijas.
En las carpinterías nos regalarán cortes de haya, de roble, de cerezo, incluso de maderas tan encopetadas como la bubinga, que nos servirán para muchos adornos y remates.
Y de paso harán que olvidemos durante un rato los agobios y las preocupaciones. Poco a poco nos iremos concentrando en la tarea, gozando de las sensaciones artesanales que sólo la madera proporciona.
Incluso algo tan sencillo y humilde como una plegadera de encuadernación tiene efectos beneficiosos sobre el estado de ánimo
¡Os recomiendo calurosamente esta terapia!