Como somos que miramos con desconfianza a quién no conocemos aunque nos cansemos de verlo delante todos los días. Y es que a veces solo hay que dejarse sorprender. Ya os dije en la entrada del cepillo de mesa casero que había hecho las paces con el cepillo eléctrico al poder usarlo como cepillo de mesa. Pero esto de poder usarlo también como regruesadora ... creo que ya le tengo casi tanto cariño como a mis fresadoras. Y yo que estaba pensando en de donde sacar los 300? mínimo que vale una regruesadora. El poder cepillar y regruesar la madera nos va a ahorrar dinero a la hora de comprar la madera, ya que cepillada suele costar más que aserrada. Además podremos ajustarla a las medidas que necesitemos mejor que con la sierra de mesa y nos ahorraremos mucho tiempo de lijado.
Para esta regruesadora casera necesitamos el cepillo eléctrico unido a la mesa como vimos en la entrada como hacer un cepillo de mesa con el cepillo eléctrico y necesitamos también una guía (¿defensa?) lateral deslizante. La idea es meter nuestra madera entre el cepillo y la guía y realizar la cantidad de pases necesaria hasta conseguir la medida que queramos. Podemos pensar que esto también se podría hacer con el cepillo de mesa, pero si las dos caras opuestas de la madera no son paralelas, con el cepillo de mesa no conseguiremos dejarlas paralelas, mientras que con la regruesadora si lo conseguiremos. Si tenemos una cara perfectamente plana y la otra la queremos dejar paralela a esa, ponemos la plana contra la guía y cepillamos. Las cuchillas del cepillo empujarán la madera contra la guía de manera que la cara cepillada quedará paralela a la guía y por lo tanto a la otra cara de la madera. Pero para que esto funcione la base del cepillo y la guía deben estar perfectamente a 90º con la superficie de la mesa y la guía y la base del cepillo deben estar perfectamente paralelas, así que si fabricáis ambos, procurad hacer los ajustes necesarios.
En el vídeo vemos como es el proceso. Eso si, creo que no nos podemos fiar de la profundidad de cepillado que nos pone la guía de profundidad. En mi cepillo parece ser la mitad de lo que marca. En cualquier caso el truco es no pasarse cepillando.
Y por último recomendar que le conectéis la aspiración. El cepillo produce poco serrín pero muchas virutas. Si no se eliminan se puede atascar el tubo de aspiración de la máquina provocando que las virutas se queden entre las cuchillas y la madera. Al tener la guía seguramente aumentará la presión en la cuchilla y será más difícil empujar la madera. Cuando se cepilla a mano esto provoca que el cepillo rebote y en vez de quedarnos una superficie lisa nos queda con pequeñas ondulaciones.
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