La mayoría de los procedimientos explicados paso a paso con mayor detalle los podéis encontrar en los cuadernos de restauración de nuestra wevb. En concreto en este caso el cuaderno Nº6: Técnicas de Restauración I, sería el más completo.
Además de la suciedad los daños eran muchos.
El entrepaño interior que separaba los dos cuerpos estaba agujereado
Faltaban 4 de las escuadras decorativas de las patas
Faltaba también la moldura izquierda de la cornisa del techo
Las baldas inferiores del suelo eran irrecuperables.
Alabeo importante en el larguero trasero que hubo que enderezar.
No se pudieron salvar ninguna de las baldas interiores por deterioro y alabeo.
El objetivo en este armario es:
Escuadrar toda la estructura para corregir alabeos y encolar los ensambles.
Retirar los paneles de las puertas ciegas y poner cristales, cerco y cuadrícula de madera
pintar a mano con motivos florales el interior
Hacer las seis baldas interiores nuevas y a medida adaptándolos a los largueros verticales
Reproducir las escuadras faltantes.
Reproducir la moldura del techo inexistente.
Diseñar un copete nuevo que realce el estilo decó que queremos para ete armario
Estucar los antiguos orificios de tiradores y marcas de herrajes.
Empezamos por lo estructural, como siempre. Desmontamos puertas, herrajes y finalmente hasta el techo; estudiamos como corregir los defectos de alabeo y desencolado estructural, y así tener el armario escuadrado y una idea clara de las medidas interiores.
Este armario deco construido a base de bastidores y paneles suele tener este tipo de fallo estructural: la merma de los maneles interiores que han perdido humedad y por tanto han encogido “al hilo” y suelen abren por la parte más débil. Corregimos y encolamos estas grietas y rellenamos con resina epoxi los faltantes.
Por suerte están construidos con varios milímetros de holgura y al encolar quedan perfectos. En la foto inferior vemos como hemos sustituido el entrepaño de nuestro armario deco por uno nuevo.
Hacemos ahora las escuadras y molduras perdidas a partir de otras que sí tenemos. En la parte frontal inferior, junto a las patas conservábamos una escuadra, la otra estaba rota. En los laterales solo quedaba una de cuatro. En una madera nueva pasamos plantilla y cortamos con caladora.
La del techo se reproduce a partir de su gemela en la cornisa izquierda y cortamos a inglete.
Cortamos en pino macizo de 2,5mm de grosor seis baldas a medida para el interior, que tuvimos que ajustar a tres alturas distintas y recortar según el perfil del armario en cada tramo.
Pero sin duda uno de los grandes cambios es acristalar las puertas de este armario deco. Calamos el panel para extraerlo y cortamos a medida los junquillos para enmarcar los nuevos cristales, que serán de 3mm. de grosor para que la puerta no pese demasiado.
Rebajamos con cepillo la unión del junquillo a la puerta para que quede invisible y elaboramos un esmalte verde ingés lo más fiel posible al original para pintar todas las piezas. Es un color muy elegante para el diseño final de este armario una vez decorado.
Cortamos todas las uniones que formarán la cuadrícula de nuestras puertas. Deberán ir rebajadas a 45º en las uniones para adaptarse a la forma moldurada de los junquillos. Para montar sobre el cristal hemos fabricado una escuadra fija de madera que nos asegura el ángulo perfecto de cada cuadrícula.
Y ya puestos… se me ocurrió un diseño genial para el copete, basado en la línea de las escuadras de las patas pero con marcado estilo decó que queríamos darle a nuestro armario deco.
Una vez colocado y asegurado al techo fue un gran acierto añadirlo.
El resto de la historia tiene mucho que ver con un diseño que vimos de nuestros amigos de Antic&Chic y nos inspiramos en ese maravilloso papel pintado para elaborar un diseño propio a pincel. No hicimos patrón ni diseño previo, salió tal cual, a mano alzada. Protegimos con barniz todo el interior y empezamos el montaje.
La guinda fue encontrar unos tiradores que se ajustaran a este conjunto de cambios importantes que habíamos creado en nuestro armario deco. En principio como iba a guardar una vajilla pensamos en dos cucharas adaptadas, pero finalmente encontramos unos bocallaves que eran exactamente lo que buscábamos.
Siempre nos dejamos un día para imprevistos, y creerme si os digo que nunca nos arrepentiremos de ello, porque siempre surge algo inesperado. En este caso al haber encolado la estructura hubo que ajustar las puertas para que cerraran sin roces.
Y estas son algunas fotos finales del espectacular cambio que dio el armario. Puede parecer un detalle sin importancia, pero las escuadras decorativas de las patas hacen que la línea del mueble tenga sentido con el nuevo copete.
Dimos cera de azahar a la trasera para nutrir la madera y eliminar algunas manchas. Esta cera por su composición no solo nutre sino que refresca el acabado y realza el tono de la madera, además de desprender al pulir un aroma increiblemente rico.
Tengo que reconocer que cuando entró en el taller nunca pensé que quedaría tan precioso. Un gran trabajo de equipo!
Esperamos que os haya gustado nuestra historia de hoy, y que lo disfrutes en tu nuevo hogar, Salomé. Siempre decimos que muchas de los muebles que han pasado por el taller, son piezas únicas, pero este armario deco lleva tanto de nosotros que es irrepetible.
La semana que viene os contaremos una historia que cruza el océano desde Asturias hasta Cuba hace ya casi un siglo, pero eso será en el próximo post. Hasta entonces esperamos con mucho interés vuestras impresiones y sugerencias. Gracias por seguir nuestras historias cada semana!