Hoy os traigo a Con Arte y Paciencia una entrada que os va a encantar, es buena porque es efectiva y barata porque no tenemos que pasar por el taller! Y es que ahorrarse unos euros siempre se agradecen, ¡ así que toma de estos trucos e ideas!
Los faros de nuestro coche se deterioran con el tiempo, debido al uso de productos de limpieza agresivos, las inclemencias del tiempo y sobre todo por el sol, es por ello que los coches que ?duermen? en la calle en vez de en garaje se ven mucho más afectados. El deterioro puede ser tal que los faros se vuelvan traslucidos e impidan la salida de la luz, redundando en deficiencias de iluminación, con la consecuente pérdida de visibilidad en la conducción nocturna.
Se ofrecen soluciones al problema, podemos sustituir las ópticas por unas nuevas o de desguace, lo que supone un gran desembolso, tanto por el recambio como por las horas de mano de obra que nos cobre el taller a precio de oro; también podemos ir a talleres donde nos pulen los faros, pero también nos cobrarán bastante por las horas de trabajo, la opción más económica es la de pulirlos nosotros mismos, además no requiere de demasiada técnica. Lo que necesitamos es lo siguiente.
· Cinta de carrocero
· Papel de lija del 250 (en mi caso utilicé del 280 porque no había en
la ferreteria)
· Papel de lija del 500
· Papel de lija del 1000
· Pulimento Universal (Yo utilice Titanlux siliconado)
· Boina de goma para taladradora o radial
· Disco de lana para la boina
· Otro disco de algodón o lana para la boina (opcional)
· Taladradora o radial
· Agua
En primer lugar, limpiamos los faros con agua y jabón,simplemente para quitarle suciedad superficial, no es necesario esmerarse demasiado. Una vez seco, abrimos el capó y protegemos la carrocería circundante a los faros con la cinta de carrocero, para que no arañe la pintura del coche cuando estemos lijando o puliendo.
A continuación, lijamos los faros. Esto se hace de forma gradual, utilizando las lijas de menor a mayor numeración. Lijamos trazando círculos por toda la superficie del faro, y siempre mojando generosamente el papel de lija, para que nos se emboce la lija con el plástico del faro y para no arañarlo. Utilizamos primero la lija de 250 O 280, para renovar la superficie del faro eliminando la capa deteriorada y los desperfectos más graves.
Después, la de 500 para igualar los surquitos que ha dejado la lija de 250 (que aunque no los veamos están ahí) y para terminar la de 1000, para igualar toda la superficie finamente. Cuando el faro está bien lijado, presenta un aspecto de empañado blanquecino, pero es suave al tacto y no se aprecian imperfecciones. Llegados a este punto, podemos lavar con agua los faros para eliminar restos de plástico lijado y dejar los faros secar.
Llega el momento del pulido. Para ello, montamos el disco de lana sobre la boina de plástico, y esta sobre nuestra taladradora o radial, vertemos sobre el disco un poco de pulimento y lo aplicamos sobre el faro, presionando levemente. Vamos puliendo tranquilamente durante unos 20 minutos por faro. Al principio, Cuando pulimos el faro se impregna con el producto y poco a poco va apareciendo el brillo hasta que el pulimento se seca por completo. Si creemos que no están bien pulidos, podemos aplicar otra vez pulimento y repetir la operación hasta que se seque. Cuando hemos terminado, podemos ganar todavía más brillo cambiando el disco de lana que hemos usado por otro seco, también de lana o de algodón y pasándolo unos 5 minutos por faro.
Después, solo queda quitar la cinta de carrocero y lavar el coche, pues se quedara lleno de gotas blancas de plástico lijado y pulimento. ¡Los resultados son realmente sorprendentes!
¡Si os gustó pasadla a vuestra gente que seguro que lo agradecen y más en estos tiempos que corren!
¡Os espero en Facebook y en mi blog Con Arte y Paciencia!