Cuando hablamos de humedades, tenemos que diferenciar entre los dos tipos más comunes: las de filtración y las de condensación.
Las humedades por filtración son aquellas que se producen por desperfectos en la estructura de la vivienda. Es decir, el agua se ‘cuela’ en casa a través de grietas en la fachada o en el techo, roturas de tuberías... Por esa razón, este tipo de humedades se pueden dar durante todo el año, provocando goteras, manchas en las paredes, desprendimientos en la pintura... De este modo, por lo general, las pólizas de seguro cubren este tipo de daños.
Pero, por otro lado, tenemos las humedades de condensación, que se producen principalmente en el invierno, con motivo del choque de temperatura entre el interior y el exterior de la vivienda. De esta forma, existen ciertas medidas que podemos llevar en casa a cabo para evitar la aparición de moho, olores y marcas fruto de la condensación y, generalmente, ningún seguro se hace cargo de este tipo de daños.
¿Cómo podemos evitar la condensación?
La principal medida frente a la condensación es clara: la ventilación. De este modo, durante todo el año debemos abrir las ventanas cada día, a primera hora, durante al menos 10-15 minutos y, si puede ser, de forma cruzada. Es decir, abriremos ventanas de estancias enfrentadas, dejando las puertas interiores abiertas, para dejar que la corriente atraviese todo nuestro hogar, renovando el aire e impidiendo que se acumule la humedad en el interior de la casa.También es importante ventilar estancias propensas a la acumulación de humedad, como el baño y la cocina, después de habernos duchado o de haber cocinado. Si nuestro cuarto de baño no tiene ventana, deberemos tener una rejilla de ventilación.
También existen sistemas de ventilación forzada para casos en los que la ventilación natural no basta, que expulsan el exceso de humedad del ambiente y mantienen el aire limpio.
El aislamiento, o más bien la falta del mismo, es otro de los factores que influye en la acumulación de condensación dentro de casa, al no impedir correctamente que se produzca el choque de temperaturas. De esta forma, las ventanas van a jugar un papel fundamental. ¿Y qué debemos tener en cuenta a la hora de escoger una ventana bien aislada? Pues, en términos generales, tres factores básicos: el vidrio (mejor doble acristalamiento), el perfil (las de PVC son las que mejor aíslan) y la persiana.
Otros tips para impedir la condensación:
- No tender la ropa mojada dentro de casa.
- Utilizar deshumidificadores.
- Si la condensación afecta sobre todo a una pared de la casa, puedes pintar con pintura antimoho.
- Si ves que las ventanas ‘lloran’, retíralo con un trapo.
Esperamos que estos consejos te sirvan de ayuda. Nos vemos en el próximo post de Vivienda Saludable.