¡Hola chicos! La reorganización de una casa desde cero, con la presión de conseguir una decoración decente y, además, querer enseñarlo en tu blog puede hacerte pasar por muchas indecisiones... Estoy encantada con el resultado de esta pared, aunque está claro que me ha costado mucho mucho tomar la decisión correcta, he cambiado el diseño y los colores veinte veces y además he cometido muchos errores. Algunas cosas ya las sabía pero como soy más chula que un ocho pensé que no me afectarían (mentira cochina!), otras las ignoraba y que por ahorrar unos euros he arriesgado. Iréis leyendo y pensaréis que cómo se me han podido ocurrir algunas de las cosas sin antes haberme documentado mejor o leído miles de post en blogs dónde explican cómo hacer bien esto, os diré que las he leído y que aún así lo hice. Me excusaré diciendo que quería sacar mi lado más creativo aunque esto a veces no funcione como esperas. Hoy os quiero contar qué es lo que he hecho mal con este DIY, si os animáis a hacerlo o hacer algo parecido, no caigáis en estos fallos:
1. COMPRAR PINTURA DE BAJA CALIDAD
Como quería meter varios colores pensé que en vez de comprar un bote con cada color, comprar pintura blanca (la más barata! ERROR!!) y algunos tintes para conseguir el color que realmente quería sería la solución de gastar poco y conseguir un mural muy original.
Esta es la foto de materiales que hice la primera vez que empecé a pintar
El color que consigues no es exactamente en el que estás pensando (obviamente por esto existen máquinas que mezclan colores...) y encima la pintura blanca que compramos era la más barata (me da vergüenza decirlo, pero sí, es que queríamos ahorrar al máximo), pero esto al final sale caro. La pintura no queda igual, no cubre lo mismo y la calidad es mucho menor. ¿Qué pasó al final? Obviamos el primer paso y los dos primeros colores y fuimos a Leroy Merlin a comprar pintura en condiciones:
Esta pintura es de la marca de la casa: Luxens. No es la primera vez que la utilizamos, tenemos muy buena experiencia con ella porque dan calidad, además la gama de colores de la que disponen es muy divertida y variada y se pueden hacer muchas combinaciones. Yo ya fui con los colores pensados de casa, después de mi non grata experiencia tenía muy claro qué es lo que quería.
2. HACER MEZCLA DE COLORES A CIEGAS
Los colores los tenía aproximadamente claros (sólo aproximadamente), pero claro, al mezclar con pintura blanca unos tintes el color que obtienes es pastel. Nada que ver con los colores vibrantes y llamativos que quería conseguir. Quería que al entrar en casa o que al hacer una foto desde el salón el pasillo se viera: "Guaaaooo!!!" y con los colores que estaba obteniendo se vería: "PPPssss". Aquí tenéis una foto de mi primer error:
No es tan llamativo como parece en la foto, era más bien pastel.... Fue el segundo color con el que me pregunté si estaba decorando un pasillo divertido y diferente o una habitación de bebé (era rosa pastel pastel). No moló en absoluto. Por eso me senté, después de hacer miles de garabatos y diseñé un plan en condiciones con colores que realmente me gustaban.
3. NO TENER UN DISEÑO PRECONCEBIDO E IMPROVISAR CON UNA PARED EN BLANCO
Los que me seguís en Pinterest habréis visto mis últimos pines. La idea principal era mezclar este, este y este, como quería conseguir colores muy locos (como en el último pin) pues pensé que haciendo figuras geométricas diferentes improvisando saldría algo muy chulo. Me equivoqué, después de estos primeros dos colores me quedé en blanco y no sabía por dónde tirar. Fue además que se juntó con el punto anterior de los colores y por eso diseñé finalmente en photoshop esto:
Aprovechaba algún color que ya tenía: el azul turquesa y el amarillo de unos Chalk Paint de la Pajarita que tenía desde hace tiempo, y un rosa magenta, por lo tanto sólo tendría que comprar el azulón y el gris. Bien. Me podría haber ahorrado el primer paso...
Improvisar no tiene por qué ser un problema, pero si tenéis más o menos clara la idea antes de empezar a pintar mejor.
4. NO TENER UN RODILLO O BROCHA PARA CADA COLOR
Trabajas más fácil y mucho más rápido. Los recambios de rodillos de usar y tirar cuestan 2 euros y vienen dos. Así que merece la pena tener un rodillo para cada color y no perder el tiempo en estar limpiando el rodillo donde seguramente quede algún resto porque es imposible limpiarlo y que quede como nuevo, y esto puede estropear un poco el resultado final de tus colores. La verdad que nosotros no tuvimos tanto problema con esto porque el rodillo que utilizamos para el color azul es el mismo que utilizamos para el resto de tonos azules. Y el otro rodillo para el resto de colores.
Otro consejo más, donde nosotros no caímos en el fallo (ya hubiera sido la leche cagarla tanto! Jaja), es dejar secar la pintura el tiempo suficiente entre color y color. Sobre todo porque hay que poner cinta carrocera en el último color que has pintado y, si no está lo suficientemente seca, te puedes llevar toda la pintura al quitar la cinta.
Y este es el resultado final!! Las fotos son con luz interior y como el pasillo es alargado no puedo sacar una imagen completa del dibujo, aunque creo que se aprecia bien el resultado
Al final dejamos algunos resquicios del rosa y verde inicial, muy pequeñines, no quedaban tan mal y decidimos improvisar sobre el diseño original. Aquí improvisar quedó guay.
¿Qué os parece? ¿Os animaríais a decorar alguna pared de vuestra casa así?