No tengo el antes, ni el durante. Mi móvil tiene la mala costumbre de eliminar las fotos que hago.
Estuve mucho tiempo sin saber qué hacerle. Porque lo que a mí me funciona es saber a quién va destinado el mueble y, conociendo sus gustos, trabajar a partir de ahí.
Cuando supe que iba a ser para mi sobrina, una mujer joven, independiente y muy ocupada, supe cómo debía ser.
La decapé, le quité todos los barnices feos de los años 70 y ese skay horroroso y busqué una tela retro, en Ikea . Encolé los barrotes sueltos, incluso le dejé alguna de las imperfecciones de la madera porque creo que dan carácter a un mueble viejo y tuneado y la barnicé con un barniz incoloro, mate y al agua. La esponja estaba en muy mal estado y la sustituí por una nueva de alta densidad.
Y así ha quedado. A mi sobrina le ha encantado.
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