Comodidad: telas suaves que permiten la libertad de movimiento.
Transpirabilidad: respondiendo a la necesidad de permanecer muchas horas en actividad y mantener el cuerpo fresco y limpio.
Repelente de líquidos: siendo la condición ideal en estos tejidos expuestos a cualquier tipo de líquidos.
Antibacterianos: ya sea en forma de nanopartículas o filamentos muy finos, se añaden al hilo del tejido cantidades mínimas de plata. La plata libera iones que se adhieren a la membrana de bacterias tanto grampositivas, como gramnegativas y hongos, dañándoles y evitando su reproducción.
Resistencia: telas que resisten las altas temperaturas en el lavado sin perder el color; y a la vez también son resistentes en su composición, evitando desde roturas hasta no ser modificadas por el roce o tacto.
Repelente de pelos y cabellos: lo que incrementa la limpieza de la tela y por lo tanto del trabajo sanitario.
De manera adicional y respondiendo a pieles sensibles o alérgicas, cada vez es más común ver integrados tejidos ecológicos, como los que se producen con la pulpa de algunas maderas, por ejemplo de los árboles de eucalipto.
¿Es válido utilizar cualquier pantalón que he comprado en una tienda de moda con mi casaca sanitaria? por supuesto que no es la situación ideal, afortunadamente el vestuario laboral no está peleado con la moda y ya en la actualidad existen una gran variedad de modelos y estilos.
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