El empapelado reúne cualidades de diseño y prácticas. Es un material “fácil” de colocar, disimula las imperfecciones de la pared y aporta personalidad, diseño y calidez al ambiente. Conviven en el mercado una enorme variedad de papeles, estampados y texturas.
Para una buena elección, conviene saber cuales son las clases de papeles más usados y sus principales características.
Por un lado tenemos los vinílicos, que están compuestos por una capa de plástico sobre una base de papel, que lo protegen de la humedad y facilita que se limpie con un trapo o esponja húmedos. Pueden ser utilizados en paredes y techos de todo tipo de ambientes interiores, incluidos baños y cocinas. Además, por la alta calidad de sus tintas, pueden ser utilizados en ambientes con luz de sol directa.
También están los papeles vinilizados, compuestos por un papel recubierto con una capa especial de barniz que los hace lavables, aunque no tanto como el papel vinílico. Se los recomienda para habitaciones, escaleras y pasillos que no tengan excesivo tránsito. Para limpiarlos, no se deben utilizar alcoholes, detergentes ni solventes, sino solamente un trapo o esponja húmedos.
Los papeles texturados, además de las interesantes variantes de diseño, ofrecen un empapelado de calidad apto para tapar imperfecciones y con posibilidad de ser pintado. Estos papeles son de fácil limpieza.
Con base textil, están hechos a base de fibras textiles. Son elegantes pero difíciles de limpiar y su colocación requiere un adhesivo especial.
Autoadhesivos: Los papeles autoadhesivos vienen con pegamento incluido, ideales para principiantes, ya que la mayor complicación de colocar el papel es el pegamento. Este que pongo como ejemplo en blanco y negro, hace que las paredes parezcan más grandes.
Lo normal es colocar el papel en la pared, pero también se puede en el techo.
Aunque seamos sinceros, es muy complicado colocar papel en una parded más o menos grande y que no nos queden burbujitas, huecos entre las tiras o que se monten. Ni siquiera que te lo coloque un profesional es una garantía. A mí me pasó y lo he aguantado 4 años.
Hasta ahora, que me he decidido a quitarlo y pintar. Para ello me he ayudado de una plancha. Si, si, como lo oís, me he puesto a planchar la pared, tirando vapor para humedecerlo y ha sido relativamente fácil quitarlo, con ayuda de una espátula.
Y este ha sido el resultado! Hemos ganado mucha luz con el cambio.
Pero como me gusta mucho el efecto del papel, en una pared del pasillo he optado por simularlo con pintura.
Las franjas son de 15 cm.
Y este ha sido el resultado!!
¿Os gusta?
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