Con unas patas de un taburete roto y una madera de un rótulo hago esta mesa tan bonita.
El rótulo estaba irregular por el grabado que tenía.
Atornillo las patas a la madera y las corto un poco para que me quede a la altura deseada.
Aquí podemos ver cómo queda una vez atornillada.
Ahora empiezo con lo que más me gusta, pintar y decorar.
Para ello primero le paso a todo una lija suave para abrir el poro y le doy una mano de pintura a la tiza blanco antiguo.
Una vez seca le paso otra mano al sobre de la mesa en color marrón chocolate.
Como aun se puede ver, se notan las marcas del grabado así que voy a disimularlas haciendo un estencil en relieve que cubra todo.
El diseño elegido es una mandala gigante que voy haciendo en 4 partes colocándolo de manera que coincidan los dibujos.
Aquí ya se ve que sólo me falta un quesito para completarla.
Ya tengo terminada la mandala, ya sólo me queda lijarla un poco y darle una cera protectora a toda la mesa.
Así quedó el resultado final, espero que os guste.