El resultado me gustó mucho, la cocina parece otra y aunque no es oscura, ya que es un piso alto y tiene un ventanal y una puerta acristalada por la que entra la luz del Mediterráneo, ha ganado en luminosidad y hasta parece que cuesta menos ordenarla. En fin que estoy encantada y cuando estoy allí no me canso de mirarla.
A lo que iba. que me enrollo.
Esta alacena me la dio mi suegra hace muchos años. En su momento le quite una especie de engrudo asqueroso que la cubría , pero como por aquel entonces no tenía ni idea, (ahora tampoco tengo mucha),le quité la mugre como pude y la barnicé. Ahora estaba fatal, con barniz por unos sitios y con churretes por otros, en fin un asco.
Os la presento.
Así en la foto parece hasta bonita
Como le había visto un par de agujeritos de carcoma llevaba metida en plástico desde Semana Santa con su correspondiente insecticida.
Como ya la había lijado en otra ocasión , tapé los agujeros, le di dos manos de imprimación con lijada entre mano y mano y dos de pintura blanca, mezclada con unas gotas de marrón , ya que no tenían del blanco que quería.
Así quedó.
El interior lo forré con papel adhesivo blanco con florecillas ,y dentro puse esos recuerdos de mi madre y mi suegra que tanto me gustan.
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En la parte central le puse un transfer y quedó muy bonita. No encuentro la foto con el transfer, ya la pondré cuando averigüe donde está.
Los tiradores no los cambié porque eran los originales y estaban bien sólo un poco sucios ,cosa que solucioné con vinagre.
Espero que os guste