Los viejos enseres de metal, a pesar del óxido y el deterioro, pueden restaurarse con éxito para convertirse en objetos decorativos. Y tenemos dos opciones: conservar la apariencia original, como hizo nuestro lector BNF al restaurar de manera impecable un arado Brabant, o cambiarla totalmente para hacerla más acorde al nuevo uso.
Esta segunda opción es la que eligió nuestra lectora Normakuki, transformando una vieja y chacosa carretilla de albañil en una simpática jardinera. ¡Al ver el trabajo terminado nos cuesta imaginar que esa carretilla pudiera servir para otra cosa!. ¿Quieres conocer los detalles de creación?
Así estaba la carretilla cuando nuestra amiga Normakuki decidió recuperarla. Vemos que las ruedas, también de chapa, están muy deterioradas.
El marido de nuestra amiga toma cartas en el asunto, para desmontar las insalvables ruedas con el expeditivo método que recoge la foto.
Ya con las ruedas quitadas, Normakuki empieza la tarea dando una mano de imprimación adherente, que puede servir como color de base y a la vez permitirá aplicar otros colores encima.
La artista ha adornado los laterales de la carretilla con unos simpáticos motivos en relieve, que armonizan con los elementos presentes en el jardín.
La técnica empleada por la artista para hacer dichos adornos es cubrir los dibujos con una masilla del tipo Aquaplast mezclada con cola de carpintero. Una vez secos, los pintó y seguidamente los protegió con laca.
Seguidamente, Normakuki colorea los adornos en tonos alegres y llamativos.
¡Y aquí vemos la rejuvenecida carretilla, prestando ya servicios como encantadora y original jardinera en el jardín de nuestra amiga Normakuki!
¿Que les ha parecido? ¿Se animarían a hacer algo similar?