Lo primero será lavar toda la superficie del barril, para lo que necesitaremos una esponja con agua y jabón. Una vez secos, quitaremos los remaches que unen las duelas al barril y nos quedaremos solo con la madera. A continuación, marcaremos con un rotulador las líneas de corte, teniendo en cuenta la altura que queremos darle a nuestra mesa.
El corte podrá ser horizontal o vertical, dependiendo del tipo de mesa que queramos. En nuestro caso, lo hemos hecho horizontal, de tal manera que conseguimos una base mucho más amplia y podemos utilizarla como mesa comedor. Lo habitual es que la división sea dejando dos partes distintas de tamaño, aproximadamente dos tercios del barrirl será la que utilizaremos para una mesa como esta. El tercio sobrante no lo tiramos, pues nos puede quedar un fantástico macetero para el jardín.
Con las líneas ya marcadas y perfectamente trazadas, es momento de cortar. Para ello, nos puede valer con una sierra manual, aunque toda ayuda eléctrica nos facilitará la tarea. Cortamos con cuidado de no astillar la madera y siguiendo las líneas. Al terminar, tendremos unos bordes con los que hay que tener cuidado, pues podemos cortarnos.
Rápidamente echaremos mano de la lija, que pasaremos a conciencia por las dos mitades del barril, ya que debe estar bien lisa para los siguientes pasos. Tanto el corte como el lijado harán que la madera suelte mucho polvo y manche todo, por lo que volveremos a pasar una esponja limpia y empapada de agua y jabón para recoger las impurezas.
Perfectamente seco y limpio el barril, es momento de aplicarle una capa de barniz que lo proteja, aunque previamente podemos dar un tinte para resaltar el color si lo creemos necesario. El barniz transparente resaltará los brillos de la madera y hará que nuestro barril luzca mucho más.
Ahora volvemos a colocar las duelas de metal, que conviene lijarlas y pintarlas de nuevo antes de unirlas al barril con nuevos remaches.
Y por último, tenemos que conseguir una tabla de madera que haga de superficie para la mesa. Aconsejamos una madera de roble amplia y gruesa que cubra toda la superficie horizontal del barril y tenga un sobrante que nos permita disfrutar de una mesa grande. Dicha tabla la atornillaremos al barril con cuidado de atinar con los tornillos en la pequeña superficie del barril cortado. En caso de que la tabla sea de cristal podemos pegarla con lágrimas de silicona que se disimulan muy bien en la madera.
Y listo, solo nos queda sentarnos alrededor de esta fabulosa mesa que será la envidia de las visitas. Un toque rústico que va bien en cualquier ambiente. A continuación os dejo un vídeo en el que podréis ver diferentes opciones para hacer con un barril, todas ellas muy sencillas.
Espero que esta idea os haya gustado y la pongáis en práctica. Ya sabéis que si tenéis cualquier duda o sugerencia, espero vuestros comentarios en nuestro canal de facebook.