1.- Debe estar separado todo lo posible de la zona para los niños mayores, sobre todo si juegan al fútbol.
2.- Deberá tener el suelo blando, preferiblemente de hierba, y vallas perfectamente pulidas, sin rastro de astillas ni clavos.
3.- Podemos optar entre el vallado con listones o una malla de plástico.
4.- Los listones de la valla estarán montados de forma que los pequeños no puedan meter la cabeza en los huecos.
En cualquier ferretería encontraremos malla de plástico de varios modelos y colores. Normalmente, bastará comprar la mitad de los metros necesarios, ya que el rollo tiene altura suficiente como para dividirlo en dos tiras, cortando por el centro a lo largo.
Si nos decidimos por una valla de madera, evitaremos el uso de clavos y tornillos, realizando las uniones con adhesivo de contacto. Antes de la instalación definitiva, repasaremos que no haya goterones de producto que los pequeños pueden despegar y meterse en la boca.
La pequeña visitante de esta foto nos ayuda a calcular la altura apropiada de un vallado.