Aquí no se tira nada.
Desde hace varios años que tenía en un rincón del patio una mesita auxiliar de plástico blanco, bueno blanco fue en sus inicios porque ahora estaba llena de marcas de macetas, que era para lo que la utilizaba. Como se había rayado, la suciedad y el agua había penetrado y no había forma humana de dejarla limpia. Un día estábamos limpiando el suelo con la máquina de presión y no se nos ocurrió mejor cosa que darle una pasadita a la pobre mesa. Blanca si que quedó, pero con la suciedad se fue la capa superior y quedó rugosa e inservible.Cuando iba para el contenedor,(según estoy escribiendo me doy cuenta la de cosas se me ocurren cuando me acerco al dichoso contenedor, creo que debo ir más a menudo). Bueno a lo que iba, según estaba llegando, pensé que a lo mejor podía arreglar la mesa para que los niños jugaran en el jardín, así que vuelta a casa con ella, menos mal que no pesaba nada.Lo primero que hice, fue lijarla con mucho cuidado hasta que se quedó suavecita. Después le dí varias capasd de imprimación todo terreno y la pinté de azul.Como era muy alta y la quería para los niños, corte el tubo central unos treinta cm. y por último la decoré con fotocopias de animalitos, para terminar le puse varias manos de barniz acrílico para protegerla ya que va a estar en el exterior
No podeís imaginar la carita de sorpresa de mi nieta cuando la vio. Desde ese día allí comen, pintan y juegan. A ellas les encantan y a mí me encanta verlas.