Mantener y almacenar libros son los usos comunes de las estanterías, pero, también, solemos utilizarlas para colocar objetos o fotografías. Sin embargo, si vivimos en una casa pequeña, lo cierto es que el resto de los muebles nos impiden tener mucho espacio para colocar las estanterías. Aún así, no tenemos por qué renunciar a los libros si nos gusta tener nuestra pequeña biblioteca, si sabemos cómo colocar ciertas baldas, recuperaremos nuestro espacio
Por ejemplo, podemos optar por unas baldas flotantes apaisadas. Pueden tener el mismo largo que nuestra pared y no darán sensación de agobio puesto que sólo se compone de una o dos baldas. Además, tiene la ventaja de todos los libros se encuentran visibles y a nuestro alcance.
Otra opción, es aprovechar cualquier esquina de la casa para convertirla en una original estantería. Ésta que os proponemos simula una puerta antigua, pero podemos elaborar vuestro propio diseño con un par de tableros. Colocamos unas pequeñas y baldas y ya tenemos un rincón para almacenar objetos. ¿Qué os parece?
Otro truco genial, es aprovechar una de las paredes para crear una estantería. Podemos optar por material de escayola o por unas simples jambas y baldas. Parece increíble pero ganaremos muchísimo espacio.
¿Qué os parecen? ¿Por cuál os decantáis?
Imágenes: shinglecreekmanor.blogspot.com, shelter.typepad.com