¡Qué diseño tan encantador! Nuestra amiga Pituxa hizo este maravilloso regalo para su sobrina Sandra, tuneando una mesita de Ikea. Además del acierto decorativo, es una labor de gran interés en el sentido mecánico, porque la artista tuvo que recortar varios componentes a fin de que esta mesa para niños, originalmente rectangular, fuera cuadrada.
Nuestra amiga completó el regalo con una sillita, pintada en el mismo color naranja y copiando varios dibujos del delicioso parchís acuático que adorna la mesa. ¡Vamos a aprender cómo se transforma una simple mesa de serie en un adorno realmente único! Que además sirve para dibujar, leer cuentos, jugar al parchís y otras actividades.
Pituxa buscó una mesa para niños por varios centros y tiendas, encontrando finalmente en Ikea un modelo adecuado para su proyecto. Pituxa es muy capaz de fabricar ella misma una mesa espectacular, tan bien como un maestro carpintero, pero esta vez no tenía tiempo, ya que era un regalo de cumpleaños y la fecha estaba cerca. Por ese motivo prefirió comprarla ya hecha.
"Aquí tenéis la mesa recién traidita del Ikea", señala nuestra amiga.
"Como veis, el corte me coincide con un agujero, así que antes de cortar lo he rellenado con una espiga de madera", explica nuestra amiga.
La experta ha marcado ya todo lo que sobra para cortarlo. "La madera es un material con el que he trabajado mucho y que además me fascina; así que le he perdido prácticamente el miedo, aunque me gustaría saber más y más, cuenta Pituxa".
"Pero ahora tengo un problema. Debo hacer una ranura nueva en cada uno de los dos listones que he cortado, porque en ella engancha la escuadra metálica que tiene la mesa".
"Para ello he puesto al lado la pieza que he cortado, para así marcar con exactitud dónde tiene que ir la ranura". La exactitud es muy importante para que luego quede bien montada la mesa, afirma Pituxa.
"Ya he hecho las ranuras, he cortado la tapa y la he montado. Así que la mesa ya es cuadrada. ¡Lo que me ha costado conseguir una mesa cuadrada!", exclama nuestra amiga.
Y, como sabemos, explicar detalladamente estos trabajos nos resarce de fatigas, porque es una alegría ayudar a quienes se encuentren con un problema parecido.
"Ahora tengo que redondear la esquina y los bordes, como los tenía al principio la mesita. Este es un detalle que he tenido en cuenta a la hora de elegir la mesa. Quería una con las esquinas y bordes redondeados, porque los picos son como un imán para los niños. Así Sandra no se hará daño".
"Haré esto con la lijadora, que no me fío de la escofina con el DM...", decide prudentemente la artista.
"Ya he terminado con la carpintería", dice la artista muy satisfecha. Después de lijar para quitar el brillo de la laca y darle mayor adherencia, Pituxa aplica una imprimación antes de pintar la mesa en un alegre color naranja.
Nuestra amiga quería plasmar un parchís en la tapa, por eso la hizo cuadrada. "Pero no quiero pintar el típico tablero, quiero que sea algo más especial, más bonito... He pensado dibujar un animalito que represente cada color". Como a la pequeña Sandra le gustan los animales acuáticos, Pituxa eligió un pato para el amarillo, un delfín para el azul, una rana para el verde, y un pez para el rojo. "Así además es educativo, porque tenemos un ave, un mamífero, un anfibio y un pez. Aunque esto lo entenderá cuando sea mayor, la mesa le tiene que durar muchos años".
Una vez hecho el dibujo a tamaño natural, Pituxa lo traslada a la mesa.
¡Deslumbrante resultado! El diseño de nuestra amiga Pituxa es un acierto colosal, desde luego es el parchís más bonito que recordamos, y el fondo naranja realza los vivos colores de todos los animalitos.
Aquí el dibujo está casi terminado, sólo falta completar los casilleros blancos para las fichas
Y el maravilloso proyecto queda completo con la silla, también decorada a juego por la artista, como antes señalamos. ¡Enhorabuena, Pituxa, la pequeña Sandra no podía tener un mejor regalo!