El bobinero es un accesorio muy apreciado por las aficionadas a la costura. Sirve para colocar las diferentes bobinas de hilo, de la manera más cómoda para coger en cada momento la que se necesite. Siguiendo las recomendaciones de las expertas del foro de Manualidades, hemos hecho un bobinero pequeño y portátil, para 40 bobinas.
La dificultad principal a resolver consiste en la realización de los ‘peines’ donde irán las bobinas. Para facilitar el montaje, en vez de recortar 40 segmentos de varilla hemos recurrido a un conocido truco: emplear lápices. Los alegres colores de los hilos convierten al bobinero en una pieza tan decorativa como funcional. Veamos paso a paso la tarea.
Escogemos un listón de haya de sección cuadrada y longitud suficiente. Es una variedad de madera dura de gran belleza, muy usada en ebanistería. La pulimos en pocos minutos con el Surform, un eficaz utensilio que se ha hecho muy popular entre los foreros de Bricolaje.
El listón ya preparado, junto a uno que hemos utilizado para probar la solidez. Las bobinas se colocarán en lápices, ‘clavados’ oblicuamente en el listón. Un amable empleado de Ikea nos suministró un centenar. Preparamos un listón experimental con cuatro lápices metidos de punta. Hemos rellenado los agujeros con pasta de cola y serrín, para que encajen bien. Pasadas 24 horas comprobamos la resistencia, y asombrosamente rompemos dos lápices sin que las uniones cedan un milímetro, a pesar de las arduas exigencias: objeto cónico y tracción en el eje. ¡Perfecto!
Forramos el listón con cinta de carrocero, previniendo la cola rezumante, y marcamos las cuatro líneas centrales con el azulete de los albañiles.
En el listón experimental habíamos marcado las distancias adecuadas entre los lápices para colocar las bobinas. Lo hemos usado para señalar los agujeros en el listón definitivo, y hacemos los taladros empleando nuevamente el listón previo como guía para el ángulo de la broca.
Igual que otras veces, hemos fabricado un soporte de cruceta. Lo decidimos, en vez de una base redonda o cuadrada, buscando aligerar el peso, recordemos que el bobinero será portátil. Utilizamos también madera de haya, para que el montaje sea armonioso. Tras el secado de la unión a media madera, marcamos el perímetro del listón para efectuar el rebaje.
Hacemos el rebaje para el soporte vertical primero con la broca, después con el formón, para terminar con la lima.
Mezclamos cola y serrín, para que los lápices, insertados de punta, queden bien encajados en los agujeros.
Sólo queda introducir un poco de pasta en cada agujero, y seguidamente introducir el lápiz, haciéndolo girar para que la mezcla de cola y serrín rellene bien todos los huecos, sin dejar cámaras de aire. Antes de que la cola haya secado, retiramos la cinta de carrocero y quitamos el sobrante de serrín.
Y he aquí finalmente nuestro bobinero, listo para prestar eficaces servicios. Los lápices tienen sobrada resistencia para su cometido, y la base de cruceta confiere buena estabilidad. Hemos dejado la madera de haya en su color natural, así quedará de discreto fondo sin confundirse con los hilos. En la parte superior añadiremos un pomo o asa para transportarlo cómodamente.