Según previsiones meteorológicas, esta semana sufriremos una bajada de temperatura muy considerable y no es nada extraño puesto que a finales de semana comienza el mes de diciembre, ¡ya no queda nada para el frío invierno! Espero que tengáis a punto ya vuestras chimeneas, porque probablemente tendréis que empezar a usarlas ya mismo (si aún no la habéis puesto de momento).
Hablando de la chimenea, no sé si os pasa que cuando la encendéis saltan chispas de los trozos de leña o se pone el suelo perdido y eso, poco a poco, puede ir deteriorando el material del que se componga el suelo. Por ello, hoy se me ha ocurrido elaborar un protector de chimeneas para poder solucionar este problema.
Lo mejor para hacer un protector de chimeneas es utilizar algún material galvanizado, para evitar que con el calor de la chimenea se oxide. Lo primero que debemos hacer es medir la superficie y trasladar esa medida a la chapa galvanizada. Después, con ayuda de una sierra de calar con una hoja para metal cortamos la chapa, intentando redondear las esquinas.
Una vez que tengamos el trozo que necesitamos, lo ideal es pasarle una hoja de lija y limpiar la chapa con un disolvente, puesto que vamos a pintarla con pintura anticalórica específica para que aguante la elevada temperatura sin problemas. Aplicamos dos manos y dejamos secar. Por último, la colocamos junto a la chimenea y ya podemos disfrutar del protector de chimeneas y el calorcito sin ningún tipo de miedo Cuando acabe la temporada de calor es tan sencillo como limpiar bien nuestra chapa y guardarla para el año que viene.
¿Cómo protegéis vuestro suelo del calor?
Imagen: Tilemahos Efthimiadis/flickr