A priori, el cambio de plato de ducha por otro puede parecer una reforma que no aporte mucha novedad al baño. Sin embargo, combinándolo con otros cambios que no requieren obras, se obtiene una renovación integral.
Nuestra vivienda se construyó en el año 2006. El baño contaba con un plato de ducha esquinero, mampara acrílica, mueble de lavabo, inodoro y bidé. Los materiales dejaban mucho que desear y se hizo notar con un uso normal:
Se salía el agua de la ducha.
Tuvimos que cambiar varias veces la cisterna del wc.
El grifo de bidé tenía una fuga y el agua caía al piso de abajo.
Algunos azulejos se habían deteriorado.
Por otra parte, estéticamente el revestimiento y suelo no era de los que dañaban a la vista pero tampoco nos entusiasmaban demasiado. Por todo ello, decidimos hacer los siguientes cambios:
Actualizar revestimiento y suelo.
Cambiar el plato de ducha esquinero por otro que ocupara todo el ancho de la pared.
Sustituir el mueble del lavabo por otro más actual.
Eliminar el bidé para ganar espacio de almacenaje.
Renovar el inodoro por otro de mayor calidad.
Baño antes de la renovación
Pintar los azulejos vs cambiar el revestimiento
Nuestra intención era realizar la menor obra posible. Por este motivo, para modernizar el revestimiento optamos por pintar los azulejos con un esmalte especial para baldosas y sustituirlo en la parte de la ducha. Las razones que nos llevaron a ello fueron:
A mi me preocupaba especialmente la cal del agua, ya que en la zona de levante estamos bien servidos. No tenía claro si con el tiempo se iba a notar demasiado sobre la pintura o si se iba a poder limpiar bien.
No disponíamos de baldosas del mismo tamaño para sustituir los que se dañaran al retirar la antigua mampara y plato de ducha.
Las baldosas que íbamos a utilizar para renovar el suelo, también se podían utilizar como revestimiento. Además, contábamos con baldosas suficientes para ello.
Renovar el revestimiento de la zona de la ducha
La decisión de cambiar los azulejos de la zona de la ducha requería la realización de obras. Dado que también se iba a colocar el suelo, tan solo alargaba la ejecución del proyecto algunas horas más.
Después de desmontar todo el sanitario, albañiles picando, nubes de polvo y huellas de pisadas, nuestro nuevo baño empezó a tomar forma.
Pintar los azulejos
El siguiente paso consistió en pintar el antiguo revestimiento con esmalte especial para azulejos. Para ello limpiamos con alcohol de quemar toda la superficie y protegimos con cinta de carrocero y cartones lo que no queríamos que se manchara.
En la siguiente Guía para Pintar Azulejos encontrarás el paso a paso detallado, así como consejos basados en mi propia experiencia:
Guía Gratuita
Finalmente, fueron necesarias dos manos de pintura para que quedara uniforme. La segunda capa la dimos a las 6 horas de haber dado la primera (tal y como recomendaba el fabricante). En 4 horas ya estaba seco y el acabado se puede apreciar en la siguiente imagen:
Cómo ocultar una cenefa con relieve
Para disimular la cenefa con relieve, colocamos encima una cenefa autoadhesiva de vinilo. Esta cenefa simulaba el gresite y también tenía un poco de relieve, por lo que ocultaba totalmente la anterior.
En las siguientes imágenes se puede ver cómo quedó una vez pintada y con la cenefa autoadhesiva:
Sanitario, mobiliario y accesorios
Seguidamente, montamos el lavabo de porcelana y el mueble de color color turquesa, que combinaba a la perfección con la cenefa de vinilo. Elegimos un mueble suspendido para agrandar visualmente el espacio del baño.
Después llegó el turno de colocar el nuevo inodoro y la mampara de ducha. Elegimos una mampara de ducha de vidrio templado con 4 puertas correderas y apertura central. De esta forma nos asegurábamos una entrada cómoda y sin obstáculos dada la proximidad del inodoro.
En el lugar donde antes estaba el bidé colocamos el armario que tuneé con pintura en spray. Aunque el color no era exactamente igual que el del mueble lavabo, sí que era de la misma gama y a juego con la cenefa de vinilo.
Por otra parte, como el armario tenía 40 cm de fondo y sobresalía bastante de la pared, se me ocurrió decorar el lateral con unas letras de madera. Para hacer estas letras las dibujé sobre una madera fina de abedul, las corté con una sierra de marquetería y las pinté de color blanco.
Por último se colocó la grifería y los accesorios que faltaban.
Después de todos estos cambios, el resultado no solo fue el esperado sino que además la transformación fue radical.
[Actualización] Mi experiencia tras un uso continuado
Normalmente de una reforma vemos el paso a paso y “antes y el después“. Todo queda muy bien recién hecho pero ¿qué pasa una vez ha transcurrido cierto tiempo? ¿Seguirá todo igual de bonito? ¿Los materiales habrán sido los apropiados? ¿Será práctico?
En el siguiente vídeo te cuento mi experiencia tras cuatro años de un uso diario del baño. Este tiempo es más suficiente para sacar todo lo bueno y lo menos bueno de esta reforma.
Espero que te haya resultado interesante mi experiencia personal tras haber cambiando el plato de ducha por otro y haber pintado los azulejos del baño. Cualquier duda que te pueda surgir, solo tienes que preguntarme.
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