Si tu salón es muy grande, y crees que es necesario añadir otro radiador para que la temperatura sea la ideal, no te preocupes, es un trabajo que puedes hacer tú mismo. Además, el aislamiento de las casas modernas, así como las ventanas con doble acristalamiento, hacen que se pueda colocar un radiador en cualquier parte.
Qué modelo elegir
Hay varios tipos de radiadores. Elegir cuál es el más adecuado para tu salón depende de tu gusto, del sistema que ya haya instalado y, cómo no, del precio que estés dispuesto a pagar:
- Con módulos. Se asemejan a un 'acordeón'. Antes eran de hierro fundido, pero ahora son de acero, mucho más ligeros y mejores transmisores del calor.
- Frente liso. Son los más indicados para personas alérgicas, ya que, al no llevar aletas de convección, el polvo no queda retenido en las acanaladuras.
- Con paneles. Los paneles están huecos, y por ellos circula el agua caliente. Son los más habituales.
Material que necesitas
Prepara el siguiente material:
Y las siguientes herramientas:
- tubos de cobre,
- empalmes para los tubos,
- soportes para el radiador,
- cinta de teflón,
- tacos,
- tornillos,
- racor con junta de fibra, etc.
- taladro,
- regla,
- destornillador,
- nivel,
- cortatubos,
- lima,
- soplete,
- decapante para la soldadura, etc.
Comienza la instalación
- Lo primero que debes hacer es vaciar el agua de todo el circuito de la calefacción y purgar los radiadores.
- A continuación, en el lugar donde vayas a realizar la instalación, marca el eje de fijación de los soportes. Utiliza la regla y el nivel.
- Haz los taladros en la pared, mete los tacos (que sean de resistencia especial) y atornilla los soportes.
- Es posible que la válvula del radiador no venga montada. En este caso, debes atornillar en su lugar los grifos de entrada y salida (utiliza cinta de teflón).
- Coloca el radiador en su sitio. Si puede ser, que quede un poco inclinado hacia la válvula de salida.
- Si ya tienes claras las medidas de la pared, y el tubo de alimentación que necesitas, puedes cortarlo. Utiliza el cortatubos para ello y una lima para afinar los bordes del interior.
- Emplea empalmes de ángulo para las esquinas. Para que sean seguros, debes soldarlos.
- Antes de soldar debes proteger la pared con una placa cortafuegos; también lijar las extremidades de los tubos y untarlas con decapante. Ya puedes comenzar.
- Ahora sólo queda empalmar las válvulas a los circuitos de agua. Puedes utilizar un entronque o un racor.