A estas alturas ya estaré en Togo, un país africano que se encuentra en la barriga de África donde por fin parece que he encontrado una oportunidad de trabajo en mi especialidad, aunque sea algo temporal. Por eso os he dejado un par de post preparados. Este en especial trata sobre la experiencia que tuve realizando un trabajo hace un par de semanas en casa de una pareja encantadora, Adriana y Ángel en Alhaurín de la Torre, consistente en la instalación de una tarima en un patio exterior. En este post no os contaré como la instale. Tuve un par de problemas que me complicaron la vida y creo que os podrá servir de ayuda mi experiencia.
En primer lugar os aconsejo que si vais a realizar cualquier trabajo en madera y no estáis metidos en este mundillo, os documentéis un mínimo sobre lo que queréis hacer. Hay infinidad de información en internet de donde podréis obtener las primeras pautas a seguir, materiales a usar, herramientas manuales y eléctricas, etc. El tiempo que le dediquéis a investigar será tiempo ganado.
Otra buena opción es dejaros asesorar por un profesional. Eso sí, aseguraos que es un entendido en la materia.
Consejos:
1. Elección de la madera dependiendo del uso que le vayas a dar y las condiciones que tenga que soportar (Maderas especiales para exterior, granulado y dureza, aspecto, etc. ). No es necesario que te conviertas en un ebanista experto o que realices un doctorado en carpintería, con investigar un poco o dejarte asesorar en tu almacén de madera bastará.
2. Herramientas a utilizar. Personalmente os recomiendo que vayáis comprando herramientas poco a poco y sobre todo que no invirtáis en marcas económicas a no ser que sea para un uso puntual. En alguna ocasión he caído en la típica ganga de taladro por 20€ en supermercado de procedencia alemana y en cuestión de pocos meses me he arrepentido, no porque me sienta timado ( ya que amortizar 20 € pagados por un taladro lo tienes con haber colgado cuatro cuadros), si no por la típica situación en la que decides levantarte temprano un domingo después de un largo sábado noche para ponerte con ese proyecto personal al que sólo puedes dedicarle ese día sagrado y tras realizar cuatro taladros han saltado dos chispas y el taladro pasa a mejor vida, dejándote con un taladro quemado un domingo a las 10 de la mañana con toda la cara de Clint Eastwood, con todos mis respetos al señor Eastwood.
3. Ya sea de exterior o de interior, toda madera debe llevar algún tipo de tratamiento o producto para su acabado. De no ser así la madera acabará creando moho, polilla, carcoma, humedad, hinchamiento, puede agrietarse o llegar a pudrirse. Este es un punto clave ya que marcará la diferencia en cuanto al lustre y duración de la madera.
Hay infinidad de productos en el mercado. Os recomiendo tomaros vuestro tiempo antes de decidir.
Este fue uno de mis problemas principales a la hora de instalar la tarima. Para este trabajo seleccione una tarima de pino de 22 mm de espesor, tratada en autoclave. Adriana insistió en aplicarle a la tarima un color gris, así que decidí aplicarle un Lasur gris. Los lasures ofrecen muchas ventajas respecto a los barnices: una alta resistencia a los rayos UV, son elásticos, repelentes al agua e incorporan además fungicidas e insecticidas para la prevención de hongos, carcomas o termitas. Son muy fáciles de aplicar y de larga duración, de 4 a 7 años.
Y algo muy importante, sobre todo para los poco amantes de los trabajos caseros, para nuevas capas de mantenimiento no es necesario lijar ni decapar a diferencia que el barniz.
Elegí un lasur de la marca "Cedria", (una buena marca según me dijeron). Al no disponer en formato de 5 litros en la tienda de pinturas donde lo adquirí, tuve que comprar cinco latas de litro, este fue mi principal error. Tras darle 2 manos de lasur a la tarima (gastando 4 latas) procedí a abrir la quinta lata con la idea de ir terminando el trabajo satisfactoriamente. Tras repasar con el rodillo nuevamente sobre la tarima ya teñida, pude observar que la tonalidad variaba como de la noche al día.
Resulta que las latas son preparadas por lotes. De un lote a otro puede haber diferencias en cuanto a tonalidad y densidad. Si compráis en formatos grandes (5L, 10L, 25L), evitaréis este problema y si sobra siempre podréis guardarlo para el futuro mantenimiento. En mi caso tuve que comprar tres latas más de litro en el gris de la última lata, teniendo que volver a tintar toda la madera nuevamente con el correspondiente gasto de tiempo y dinero. La única solución que aporto CEDRIA fue "regalarme" una lata de litro. Muchas gracias chicos por ese gran aporte.
4. Antes de tratar la madera os recomiendo lijarla y limpiarla con un paño y disolvente ( muy recomendado en maderas resinosas como el pino o el abeto, que pueden contener resina en su superficie y evitan que el tratamiento se adhiera correctamente a la madera).
Este es otro punto importante en maderas resinosas. Si este tipo de madera no tiene un correcto proceso de secado puede supurar resina durante una temporada, quizás durante años.
La tarima que adquirí no fue secada correctamente y tras tintar la madera, podía observarse en ciertas tablas (sobre todo en sus nudos), que aparecían unas gotitas similares a pegamento. En este caso sólo pude aportar una solución, retirar la resina con espátula, limpiar con un trapo y disolvente, lijar suevamente y volver a tintar. Este paso tendrá que repetirse hasta que la madera seque por completo y deje de supurar resina.
Pues bien, es todo lo que puedo contar sobre mi experiencia en este trabajo. Se dice que de cualquier experiencia siempre se pueden extraer cosas buenas. En el caso de este trabajo me llevo nuevos conocimientos y dos nuevos amigos. Un abrazo desde aquí para Ángel y Adriana (Gracias por esos aquarius fresquitos). Un saludo y espero que disfrutéis vuestra nueva tarima.
Y a todo aquel que estéis leyendo esto os dejo alguna imagen del trabajo realizado ( Previo consentimiento de sus propietarios).
PEDRO