La taracea es una técnica decorativa de madera. Consiste en encajar en un soporte piezas de diferentes maderas o materiales, recortados a medida, hasta crear un dibujo o forma concreta. Son trabajos que requieren esfuerzo y dedicación, además de horas de empeño y aprendizaje para llegar a dominarlo.
Sin embargo, existe una técnica un poco más sencilla, que es la falsa taracea, que consiste en imitar el efecto que se consigue con este tipo de trabajos, pero sin emplear diferentes piezas, sino que se realiza sobre una sola base de madera, creando la apariencia de piezas encajadas.
Así, lo primero que tenemos que hacer es cubrir toda la superficie de madera sobre la que realizaremos el dibujo con cinta de carrocero.
Después, calcamos el dibujo sobre la cinta de carrocero, y con un cutter comenzamos a marcar cada línea y trazo, marcándolo también en la madera. Después, pintamos sobre las líneas (encima de la cinta de carrocero), con pintura acrílica negra, para que se vayan marcando en negro las líneas hechas sobre la madera.
Una vez hecho esto, y cuando haya secado, iremos levantando las partes del dibujo poco a poco y tiñéndolas. Así, levantaremos primero las zonas que van de un color concreto, y así sucesivamente, pintando pieza por pieza. De este modo, podemos crear diferentes contrastes empleando distintos tintes, betún de judea..
Cuando haya secado todo el dibujo, lijaremos levemente la superficie y aplicaremos barniz para dar el acabado perfecto.
Fuente: Miscellania, Atelier Victoriano, El Rincón de Mini de Mary