Esta mecedora no es una Thonet original, pero es una réplica con mucho valor sentimental para sus dueños debido a que fue hecha a mano por uno de los abuelos de la familia y ha pasado por varias de sus generaciones.
Para su restauración hubo que desmontarla por completo para facilitar la limpieza y decapaje de todas sus piezas. Hubo que quitar, además, la vieja y rota rejilla de ratán del asiento y sustituirla por una nueva introdudiéndola por la ranura, previamente encolada, y ayudándonos de una martillo y una pinza, a modo de cuña, tensándola bien.
Para embellecer el asiento, hubo que colocar un junquillo por la ranura alrededor de todo el perímetro del asiento, encolándolo para darle consistencia.
Para cambiar su aspecto original y adecuarlo al cuarto infantil donde se iba a ubicar, se eligió una pintura blanca lijándola irregularmente para envejecerla y dar la sensación de desgaste. El toque final lo aporta la cera blanca que le da brillo y una textura suave.
Después del montaje, este fue el resultado.