Seguro que la mayoría habéis visto en alguna ocasión alguno de los muchos programas de televisión que hoy en día dedican su atención a la construcción de estas casas reducidas. Y mientras que muchos habréis pensado que se trata de una completa locura, seguro que otros tantos os habréis sentido atraídos por la idea.
Adoptar un estilo de vida minimalista, dejando a un lado el consumismo impulsivo e innecesario, reduciendo al máximo los gastos mensuales y con la libertad de poder vivir en mil lugares diferentes. Parecen motivos suficientes para entrar en este mundo de las minicasas. Sin embargo, aunque pueda ser una decisión acertada, no deja de implicar sacrificios y renuncias en términos de espacio.
Por suerte, la mayoría de estas viviendas se diseñan a partir de una serie de trucos y claves que permiten aprovechar al máximo cada metro (e incluso centímetro) cuadrado. ¿Vemos algunos de ellos?
1. Aprovechar las alturas es, sin duda, un imprescindible en una minicasa, por lo que nos encontramos ante estructuras estrechas pero muy altas. De este modo podemos disponer de una ‘habitación’ en la planta superior, donde instalar un colchón, muebles de almacenaje bajos…
2. Para acceder a la planta de arriba podemos optar por una escalera vertical, similar a las camas en litera. Sin embargo, con un buen diseño podemos encontrar la alternativa más cómoda y segura que suponen unas escaleras tradicionales pero, eso sí, siempre aprovechando la parte inferior de las mismas como espacio de almacenaje, para encajar ciertos electrodomésticos e, incluso, para diseñar ideas tan creativas como este botellero y mesa extraíble.
3. En esta imagen vemos otra alternativa de escalones flotantes, perfectamente integrados en el resto del mobiliario.
4. Con creatividad y diseño se puede dar con amplias zonas de almacenaje ocultas a la vista. Por ejemplo, en este diseño han optado por elevar el suelo de la zona de la cocina, para debajo instalar unos amplios y largos cajones.
5. Siguiendo la misma idea, también podemos ocultar la cama bajo un suelo elevado y así ahorrarnos el espacio del ‘dormitorio’.
6. En cuanto a las mesas, siempre será mejor optar por opciones estrechas en barra, que nos sirvan a la vez como encimera, mesa de comedor y escritorio. Y si están bajo una ventana para recibir la luz natural directa, mucho mejor.
7. En cualquier caso, en una minicasa siempre se recomienda el uso de muebles multifuncionales y prácticos, que puedan ofrecer diferentes usos y que sean fáciles de trasladar, tales como sofás-cama, mesas extensibles, mesas con ruedas…
8. En una minicasa cada rincón es susceptible de convertirse en un espacio con encanto, como este pequeño y estrecho hueco junto al baño y bajo el dormitorio, que se ha convertido en un acogedor rincón de lectura. Además, también podría usarle como cama infantil y, además, espacio de almacenaje, si podemos una base tipo canapé.
9. Vivir en una minicasa no tiene por qué implicar renunciar a la intimidad, eso sí, las puertas SIEMPRE serán correderas, para evitar tener que ceder el espacio necesario para unas abatibles.
10. Por último, también podemos influir en la amplitud que apreciemos en nuestra minicasa a través de la decoración, maximizando el uso del blanco, e instalando muchas ventanas para dejar pasar la luz natural. Esto último con cabeza, ya que necesitamos aprovechar las paredes para instalar almacenaje, y por eso es habitual el uso de ventanas rectangulares en la zona alta o tragaluces.
Esperamos que os haya gustado este artículo sobre minicasas. Nos vemos en el próximo post de Vivienda Saludable.