Para ello, partimos de una cesta de madera sin tratar:
pintamos el exterior de la cesta
con pintura acrílica de color rojo
el interior lo forramos con tela, la fruncimos
y la grapamos al interior de la cestaPara ocultar las grapas, pegamos una cinta de pasamanería color beige que nos había sobrado de otra entrada.
Y el resultado es esta cesta tan resultona (mucho más si el fondo sobre el que se coloca es un suelo nevado...jeje)
¡Abrigaros bien si salís a la calle TeCeTer@s!