Los disolventes son una gran herramienta en nuestras tareas de pintura. Por un lado, nos permiten rebajar la consistencia de la pintura (lo que a veces es muy necesario) y, por otro lado, son perfectos para eliminar la pintura antigua que teníamos en el mueble. Existen diferentes tipos de disolventes, cada uno con unas características y usos diferentes. ¿Quieres saber cuál es el más adecuado para cada caso?
1. Aguarrás. Probablemente, sea el disolvente más utilizado comúnmente. Es un líquido incoloro perfecto para eliminar las pinturas oleosas y sintéticas, además del barniz. Existen dos tipos: vegetal y mineral, la diferencia está en su origen, el vegetal es mucho más natural. Lo primero que debemos hacer es mezclar dos partes de aguarrás por diez de pintura. Puedes usarlo también para eliminar restos de pintura en las brochas .
2. Acetona. La acetona es muy parecida al aguarrás, también es incolora y con un olor bastante característico. Su principal utilidad es la de retirar la pintura existente, por lo que es un genial decapante. Para aplicar la acetona, lo mejor es hacerlo directamente con ayuda de un pincel sobre la pintura. Después, rascamos con un cepillo y la pintura se elimina a la perfección.
3. Aceite de linaza. Aunque no es un disolvente como tal, nos ayuda a reducir la consistencia de la pintura a la par que aumentamos su fluidez. También nos ayuda a ligar las pinturas oleosas. Y la mejor parte de esto, es que no es un producto toxico, ya que es 100% natural. Un truco: es perfecto para abrillantar baldosas .
4. Diluyentes. Por último, podemos usar diluyentes celulósicos o sintéticos para nuestras pinturas. Gracias a los primeros, podemos eliminar las manchas de pinturas de este tipo. Para los barnices el más adecuado es el sintético, sin embargo, debemos tener cuidado al momento de aplicarlo, para ello debemos seguir las instrucciones al pie de la letra.
¿Cuál es el disolvente que más usas?
Imagen: Dennis van Zuijlekom/flickr